El Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) reportó que fue suspendido el ingreso de agua potable en botellones en el Centro de Arrestos y Detenciones Preventivas de la Costa Oriental del Lago, conocido como retén de Cabimas, en el estado Zulia, este martes 16 de marzo.
La decisión es una violación de los derechos de los reclusos del retén de Cabimas debido a que en las instalaciones no hay agua potable apta para el consumo y solo hay agua salada, señala la ONG. En la imagen que compartieron se observaban al menos 10 botellones con la letra B, en referencia al pabellón B del centro.
“Hoy fue suspendido el ingreso de botellones de agua en el retén de Cabimas en el estado #Zulia, lo que atenta flagrantemente contra los DDHH de los reos, quienes compran el vital líquido para consumir y bañarse porque solo cuentan con un pozo de agua salada en estas instalaciones”, dice un tuit.
La organización no aclaró que el permiso de ingreso de agua potable fue negado por las autoridades, pero la custodia interna está a cargo de la Policía del Zulia, mientras que en los alrededores hay puntos de control de los funcionarios del Comando Nacional Antiextorsión y Secuestro y Guardia Nacional.
Entre los años 2021 y lo que va de 2021 se anunció que se iniciaría el cierre del retén de Cabimas en fases al menos tres veces. El gobernador del Zulia, Omar Prieto informó el 9 de marzo del año 2021 que había llegado una comisión del Ministerio de Servicios Penitenciarios para gestionar el traslado de 400 penados.
Los vecinos del sector La Misión, en la parroquia Ambrosio de Cabimas, han solicitado a las autoridades la reubicación del retén, desde el año 2019, por los enfrentamientos con armas y granadas entre pabellones por el control del centro.
El retén está situado en la zona alta de Cabimas, donde desde el año 2017 se reporta intermitencia con el suministro de agua debido a la paralización de la estación de bombeo de La Misión, en el barrio Francisco de Miranda, por lo que la falta de agua afecta al centro de reclusión.
“En el año 2019 se decidió perforar un pozo artesanal de agua para mantener las instalaciones, además que hay reclusos que sus familiares no pueden traer agua y deben resolver con lo que hay”, dijo un familiar bajo la condición de anonimato.
El Pitazo