Desde hace ya más de una semana, habitantes de Valmore Rodríguez en la Costa Oriental del Lago, en Zulia, hacen hincapié en la falta de agua potable por tuberías que persiste en la entidad, dificultando la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que insisten en lavarse las manos con abundante agua y jabón por la pandemia mundial del Coronavirus (COVID-19) que azota al mundo.
Las parroquias La Victoria y Rafael Urdaneta se ven severamente afectadas por la falla del líquido que dejó de ser constante para convertirse en una odisea al momento de tener de llenar los tanques de agua, lavar o cocinar. Pobladores de los sectores como la avenida 71 y 72, calle Vargas, Pollo Pinto, Las Rosales, la Gran Victoria, Produzca y El Aserradero, denuncian no contar diariamente con el suministro sino que deben esperar hasta la madrugada para poder abastecerse.
Carlos Suárez, habitante de La Victoria, mencionada que “antes el agua me llegaba todos los días y cada rato. Cuando prendía la bomba siempre había agua, ahora me toca esperar hasta la madrugada y si acaso (…) tuve que optar por comprar botellones de agua potable para poder cocinar”.
A su vez, Victoria Medina, vecina de la Pollo Pinto, dijo “nosotros estamos pegados directamente de la tubería madre, es decir, vivíamos con agua aún sin tener bomba.
Ahora llenamos baldes poco a poco porque de paso mi bomba se quemó por los bajones (…) nos turnamos para llenar el tobo”.
Por el Estado de Alarma que existe Venezuela así como la Cuarentena Colectiva y Social por el COVID-19, la oficina de la Hidrológica del Lago de Maracaibo (Hidrolago) en Bachaquero se encuentra cerrada, mientras que las autoridades municipales están abocados a la sala situacional por el Coronavirus y no brindaron mayor detalle por la escasez de agua potable por tuberías.
Campos petroleros
Particularmente Valmore Rodríguez posee seis campos petroleros que dependen sus servicios vitales a Petróleos de Venezuela (PDVSA). Sin embargo, con el pasar los años, sus nativos han experimentado de forma directa penurias que no sucedían de manera consecutiva.
La falta de agua es una de ellas y llegó a Progreso, Lídice, Caobos, Miraflores, Junín y Belmonte. Aunque estos no dependen de la represa Burro Negro, como el bien común del municipio, el constante deterioro de las bombas como la falta de mantenimiento inciden en que no llegue el vital líquido a las más de 400 familias que hacen vida en los campos.
“Tengo 60 años viviendo en el campo Progreso y nunca un problema en los campos se había extendido por más de 3 días. Uno llamaba a PDVSA y venían de inmediato, ahora tenemos hasta que protestar para que nos tomen en cuenta o al menos se dignen en aparecer. Carreteras malas, colectores caídos, a veces falla el gas doméstico. En fin, el apocalipsis en un solo sitio” manifestó Mario Bermúdez.
Periodista Jhorman Cruz | @Jhormancruz1CNP: 23.625