A pesar del anuncio del Ejecutivo nacional que a partir de este lunes 05 de octubre, las 1.571 estaciones de servicio en el país, deben abrir desde las 6:00am, la realidad fue todo lo contrario en el municipio Cabimas de la Costa Oriental del Lago, algunas gasolineras pasadas las 9 de mañana aún no comenzaban a despachar el combustible y las colas de los usuarios se hacían inmensas.
Algunos usuarios han manifestado estar en la cola desde las la noche del domingo 4 de octubre y otros desde las 5 de la mañana de este lunes 5-Oct , todos con la misma intención lograr abastecer sus unidades de combustible luego de un largo período en el cual la gasolina sólo estaba destinada a los sectores priorizados.
Algunos chóferes de carros particulares y otros de por puestos manifestaba su malestar ante esta situación cuando no se cumple con lo informado por el propio gobierno nacional.
Indicaban que algunos dueños de estaciones informaron que no les había llegado el combustible, otros señalaban que no disponían de puntos de venta y que el pago sería en dólares.
Toda esta situación genera el malestar colectivo y la incertidumbre en muchos de los conductores quienes llevaban ya horas en espera de la venta del combustible.
Este fue el caso planteado por Cristian Rivas, quien manifestó que se encontraba desde la 6 de la tarde del domingo 4-Oct. En la cola de la estación de servicio de la Texaco en la avenida Universidad, eran las 89 de la mañana de este lunes 5-Oct y nada que aparecía el cisterna con la gasolina.
Por su parte Ángel Delgado señaló que al igual que muchos de los conductores que estaba en la cola se había traslado desde la noche del domingo con el fin de garantizar el combustible, su sorpresa fue que en Cabimas las estaciones de servicio no disponían de gasolina y no había hora de llegada. “Un nuevo engaño para el pueblo”
Como una “mamadera de gallo” o burla a la necesidad de un pueblo fue el calificativo que le dio Harry Quintero a la situación en Cabimas, donde todas las estaciones de servicio estaban repletas de usuarios que habían llegado a la cola con la reserva que marcaba el tanque, otros con la ayuda de un mecate y en remolques con el firme propósito de lograr el cupo correspondiente de acuerdo al número de placa.
Por Miriam Zambrano