Joaquín Enrique Vega Semprún, de 52 años, pescaba tranquilamente en su bote “Anamar 8”, la mañana de ayer lunes y en medio de su faena tres sujetos en otra pequeña embarcación se le acercaron.
Eran ya las siete de la mañana y Vega pudo ver claramente a los extraños. Se dio cuenta de que se trataba de asaltantes del Lago cuando lo apuntaron con armas de fuego. Él se resistió a ser despojado de su bote, motor Yamaha fuera de borda y de sus tres redes de pesca.
Su actitud le costó la vida. Los desalmados le dispararon y cargaron con las pertenencias de la víctima. Otros pescadores habían observado a lo lejos el robo pero no hicieron nada para evitarlo.
El cadáver de Joaquín fue llevado a un muelle de Pdvsa en el sector La Rosa de Cabimas y de allí fue levantado por una comisión de homicidios del CICPC.
De los criminales no se tienen ni rastro. El año pasado no menos de 20 pescadores corrieron con el mismo infortunio del lago. Por ahora los cuerpos de seguridad no han podido contrarrestar la seguidilla de robo a pescadores.