Uno de los dichos más populares del refranero venezolano es aquel que reza: «El que busca el mal por sí, vaya al infierno a quejarse», significa que, aunque para nada está justificada una acción como esta, cualquiera con cuatro dedos de frente está en conocimiento de lo riesgoso que es conocer a personas por redes sociales y luego establecer citas con éstas e irse con ellas a sus casas sin saber quiénes son, sin conocerlos a fondo. Es el caso que dos adolescentes habrían sido violadas por sujetos que conocieron a través de la red social Facebook, en el municipio Guanipa del estado Anzoátegui.
De acuerdo con una minuta policial, las jovencitas de 13 años y 14 años de edad, concertaron una cita con dos muchachos de 16 años y 20 años a quienes conocieron a través de la referida plataforma. El grupo concretó el encuentro en una cancha deportiva cercana a las residencias de las muchachas. En el sitio, los jóvenes las convencieron para que los acompañaran a la vivienda de uno de ellos, ubicada en el sector Barrio Blanco.
Al llegar a la vivienda, las llevaron a habitaciones distintas y supuestamente las violaron. Luego de una semana, la madre de una de las adolescentes descubrió lo sucedido, cuando revisaba el celular de su hija. De inmediato, la mujer contactó a la otra progenitora y juntas formularon la denuncia ante la Policía Municipal de Guanipa.
Los oficiales lograron capturar a los presuntos victimarios en horas de la noche de este martes. En el parte policial indican que uno de los detenidos es un adolescente de 16 años. Mientras que el segundo es un joven de 20 años, identificado como Andri Curapiaca Bolívar.
Ambos quedaron a la orden de la Fiscalía Cuarta (4ª) y Décima Segunda (12ª)del Ministerio Público.
Una vez más
Las autoridades policiales, así como los organismos de defensa de niño, niña y adolescente hacen el llamado a los menores de edad, principalmente a las jovencitas a cuidarse de establecer mucha cercanía con desconocidos por redes sociales. Deben saber los riesgos que corren cuando se enfrentan a personas que las pueden «endulzar» y que luego, cuando concretan una cita, son criminales.
Asimismo, el llamado a los padres de los menores; estén pendientes de lo que hacen sus muchachos (as) revísenles sus celulares, sus computadoras, vean con quiénes chatean, con quiénes se ven, qué envían y qué reciben por celular o por la pc. No es un acto de violación a la privacidad es un deber como padre que deben asumir, tomando en cuenta la voracidad de personas criminales que utilizan las redes sociales para abusar, violar, secuestrar, extorsionar y/o amedrentar a sus hijos menores de edad.
NAM/Vía 2001
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