El Gobernador del estado Zulia, Manuel Rosales Guerrero, lideró, desde el Teatro Baralt, los actos con motivo del Día de San Sebastián, patrono de Maracaibo, donde aprovechó para saludar y enviar un abrazo a toda Venezuela y a quienes un día partieron a tierras lejanas en busca de oportunidades.
El Gobernador del Zulia argumentó que la enseñanza de San Sebastián no se traduce en amar al sufrimiento, ni tampoco en amar las pruebas. «No nos gusta pasar por situaciones difíciles, pero si lo hacemos, entonces nuestra fe, nos llevará por medio de esas dificultades con persistencia y esperanza, obedeciendo siempre a nuestro afán de lucha sin importar las circunstancias. Asi es la vida. Asi lo recoge nuestra historia».
Más adelante se refirió a la epidemia de cólera que azotó a Venezuela a finales de 1854, causando graves daños a la población. «Maracaibo no fue la excepción, especialmente por ser una ciudad puerto que para entonces recibía a viajeros de diversas procedencias. El balance fatal era catastrófico y no había forma posible de contenerlo. Entonces, la gente apeló a la fe. Esa fe que aparece en días aciagos, tardes grises y noches oscuras. Esa fe que nace del corazón y que al final nos sorprende con sus bendiciones».
Apuntó que hace más de 20 años, cuando decidió erigir un monumento en su honor, en una de las etapas del Monumento de la Chinita, lo hizo para que su ejemplo de fe, en las dificultades, perdure en este Zulia que siempre vence a las sombras. «San Sebastián vivió menos de 35 años. Se fue joven, pero su lealtad a Cristo personifica la fe incondicional y la dedicación al cristianismo. Su vida es un ejemplo de devoción religiosa y conexión espiritual».
Rosales, desde el Teatro Baralt, manifestó que nos corresponde insistir en que la fe debe profundizarse en cada uno de nosotros. «Aún en las dificultades más dolorosas, en los sufrimientos extremos, San Sebastián nos dejó enseñanzas insustituibles. Jamás devolvió flechas contra flechas ni piedras contra piedras. Ante la violencia y el escarnio, impuso la fe. Lo creyeron muerto, pero sobrevivió para ir ante el emperador y ratificar su amor a Cristo».
Afirmó que los zulianos somos gente de fe, «los zulianos amamos y defendemos nuestra tierra. Seguimos con la fe por delante. Seguimos el ejemplo de San Sebastián y jamás perdemos la fe».
Un camino hacia la recuperación
Rosales destacó que el Zulia inició un camino hacia la recuperación que pocos podrían negar. «Este será un año de trabajo intenso, de inauguraciones masivas y de gran impulso a la productividad. Inspirados en San Sebastián, podemos decirles que este va a ser uno de los mejores años del Zulia. Y, con la fe que nos enseñó, avanzaremos hacia la gran meta de volver a ser el estado de mayor desarrollo económico y social de toda Venezuela».
Para finalizar su intervención recordó que «en este histórico teatro retumba aquella frase, muchas veces repetida: ‘la fe mueve montañas’. Pues la fe mueve al Zulia, para seguir floreciendo y triunfando».