La presidenta interina de Bolivia, Jeanine Añez, tomó -este miércoles- la decisión de nombrar un Alto Mando Militar en periodo de transición, como primera medida al día siguiente de asumir el cargo.
La presidenta posesionó al general del Ejército Carlos Orellana como comandante de las Fuerzas Armadas, en un acto realizado en el Palacio de Gobierno de La Paz, donde desde agosto del año pasado no se realizan actos oficiales.
Añez asumió la Presidencia el martes, después de que Evo Morales renunciara tras una recomendación de los militares, debido a un informe de la OEA en el que se denunciaban graves irregularidades en los comicios del 20 de octubre, en los que fue reelegido para un cuarto mandato.
La presidenta posesionó hoy al general del Ejército Carlos Orellana como comandante de las Fuerzas Armadas, en un acto realizado en el Palacio de Gobierno de La Paz, donde desde agosto del año pasado no se realizan actos oficiales.
También asumieron la dirección del Ejército el general Iván Patricio Rioja, de la Fuerza Aérea Boliviana el general Ciro Orlando Álvarez Guzmán y de la Armada Boliviana el contraalmirante Moisés Orlando Mejía Heredia.
El acto de juramento se enmarcó en un protocolo en el que se repuso un crucifijo y dos cirios junto a la Constitución de Bolivia, a pesar de que en ella se establece que el Estado boliviano es laico.
Al momento de asumir esa responsabilidad, el nuevo comandante de las Fuerzas Armadas, Carlos Orellana, llamó “a la calma a toda la población de Bolivia” para que se depongan actitudes “intransigentes”.
En las últimas jornadas varios grupos, principalmente los que han rechazado la renuncia de Evo Morales, se han visto envueltos en algunos actos en los que se han destruido dependencias públicas y privadas.
Esos enfrentamientos se produjeron en ciudades como La Paz, El Alto y Cochabamba entre partidarios y detractores de Morales y durante todo el conflicto se reportaron ocho muertos y 508 heridos.