La mesa técnica de Plan País Electricidad ofreció un diagnóstico de la situación de este servicio y planteó propuestas a corto, mediano y largo plazo para solventar las fallas del sistema que según la última encuesta nacional de impacto COVID-19, afecta a casi 94% de la población.
La llegada del coronavirus a Venezuela viene a empeorar una situación preexistente: la emergencia humanitaria compleja que los venezolanos enfrentaban con la peor crisis de servicios públicos de su historia, que incluye fallas de agua, electricidad, un sistema público de salud desmantelado, escasez de medicinas e insumos médicos, problemas en las telecomunicaciones, fallas de transporte, escasez de gasolina y de gas en bombona.
El Centro de Comunicación Nacional reseña que el sistema eléctrico venezolano sufre los estragos de un gran deterioro de la infraestructura conformada por plantas de generación térmicas e hidroeléctricas, líneas de transmisión, subestaciones, y sistema de distribución. A eso se suma que Corpoelec es una empresa quebrada, dependiente 100% de las transferencias del deficitario presupuesto nacional, y la severa falta de personal gerencial, profesional, técnico, obrero y administrativo preparado y con experiencia.
El colapso del servicio eléctrico afecta además directamente el suministro de agua (bombeo, plantas de tratamiento, sistemas de distribución), el funcionamiento de los hospitales y centros de salud, las telecomunicaciones, la producción y conservación de los alimentos, las industrias y el desarrollo de la sociedad.
El área de Electricidad de Plan País recuerda que el colapso eléctrico no empezó hoy. Venezuela tiene al menos diez años sufriendo esta calamidad.
Todo el país sufre de racionamiento y de continuas averías; sin embargo, los estados Zulia, Táchira, Mérida y Trujillo han sido terriblemente afectados por no contar con suficientes plantas de generación operativas, por falta de mantenimiento y de disponibilidad de gas natural y diésel, y por encontrarse a la cola del sistema nacional interconectado, que trae la energía desde Guayana.
El plan País propone recuperar parcialmente la capacidad de generación térmica instalada en Zulia, Táchira, Mérida y Trujillo, Lara y Falcón. En segundo lugar, el foco estará en la recuperación del sistema nacional interconectado en 785 KV, 400 KV y 230 KV. Al enfocarse en esos dos objetivos, durante la fase de emergencia, todo el país podrá percibir una mejora significativa de la calidad del servicio eléctrico, para lo cual habrá que contar con el apoyo técnico y financiero internacional, como parte del Plan Nacional de Recuperación de Venezuela.
Durante la etapa de emergencia, se centrarán los esfuerzos en asegurar que en los hospitales y centros de salud más importantes del país vean restablecidos los servicios básicos. Esto ha quedado como prioridad incluso en el marco del Plan José María Vargas, que podrá ejecutarse al lograr el Gobierno de Emergencia Nacional.
Plan País Electricidad plantea entonces:
1. Recuperar los sistemas de suministro de agua a los hospitales y centros de salud, seleccionados por Plan País como los prioritarios en función de la población que atienden.
2. Instalar pozos de agua o recuperar los pozos existentes en los hospitales seleccionados.
3. Instalar o recuperar tanques de agua con sus respectivos sistemas hidroneumáticos
4. Recuperar y mantener las plantas eléctricas de emergencia en los hospitales y garantizar el suministro de combustible.
5. Dar mantenimiento a todas las subestaciones y circuitos eléctricos que abastecen con electricidad a los hospitales más importantes del país.
6. Dar mantenimiento a los sistemas de telefonía, internet, y centrales privadas en los centros médicos.
Otras acciones indispensables
Plan de inversiones para recuperar algunas de las unidades de generación indisponibles de Guri, Macagua y Caruachi, modernizar los sistemas de transmisión en 115 KV, 230 KV y 400 KV en el occidente y los Andes; y recuperación de los sistemas de distribución. Se requerirá un marco legal para la reordenación del sector eléctrico con la participación de la empresa privada, y la incorporación de nuevas tecnologías en generación, transmisión, distribución y comercialización.
La compleja y trágica problemática de los servicios públicos no puede atenderse de manera aislada. Tampoco los venezolanos pueden enfrentarla solos. La nación demanda un programa de apoyo financiero y técnico internacional para enfrentar la emergencia y, luego, recuperar la infraestructura productiva e institucional del país, destruida durante estos 20 años.
El Gobierno Legítimo ha insistido en su disposición para articular toda esa ayuda e inversión necesaria para recuperar el país. Solo falta voluntad para permitir la conformación del Gobierno de Emergencia Nacional y ejecutar el Plan José María Vargas, con el fin de atender la emergencia producto de la pandemia y posteriormente continuar con las propuestas que se han construido en las distintas áreas que agrupa Plan País para recuperar Venezuela.
NAD