Hacer lobby es la estrategia principal a la que recurre el círculo político cercano a Donald Trump, presidente de EEUU, para forzar una profundización en la presión financiera de Washington contra las redes financieras, monopolios y estructuras de capital del gobierno de Nicolás Maduro.
Y es que Marco Rubio, senador del Congreso estadounidense por Florida, ratificó este martes el apoyo del gobierno de Estados Unidos “en la lucha de los venezolanos por lograr restaurar la libertad y la democracia en el país”.
Esta declaración implica que la táctica del llamado “soft power” o “poder suave” del aparato geopolítico-diplomático de Estados Unidos en América Latina podría expandirse hacia un nuevo enfoque en las acciones multilaterales contra la permanencia de Nicolás Maduro en el gobierno y el control territorial de Venezuela.
Asimismo, enfatizó que la administración de Donald Trump seguirá ejerciendo presión contra el gobierno de Nicolás Maduro, esto en el marco de las nuevas sanciones anunciadas por el Departamento del Tesoro de la nación norteamericana contra seis buques petroleros de PDVSA.
Esa sanción tiene el potencial factor de restringir su paso, circulación y traslado de crudo a través de las rutas marítimas del Océano Atlántico cercanas a las aguas territoriales estadounidenses, lo cual podría dificultar la ya de por sí mermada exportación de petróleo venezolano a mercados asiáticos de menor envergadura.
“Mientras los miembros del #TIAR se reúnen en #Colombia para discutir la crisis provocada por el hombre causada por el dictador #Maduro , el @El Tesoro de los Estados Unidos continúa ejerciendo una presión máxima contra los regímenes venezolano y cubano mediante el bloqueo de seis embarcaciones propiedad de Pdvsa de propiedad estatal. La presión continuará”, escribió Rubio a través de su cuenta en la red social Twitter.