El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció este lunes la suspensión inmediata del acuerdo energético con Trinidad y Tobago, tras considerar como una “amenaza” los ejercicios militares que el país caribeño realiza junto a Estados Unidos en aguas del Caribe.
Durante su programa semanal transmitido por Venezolana de Televisión (VTV), Maduro informó que la medida tiene carácter cautelar y que fue adoptada “en defensa de la soberanía nacional”.
“He aprobado la medida cautelar de suspensión inmediata de todos los efectos del acuerdo energético y de todo lo convenido en esa materia. Es una medida cautelar a la cual tengo potestad como presidente y he firmado. ¡Suspendido todo!”, declaró el mandatario.
El jefe de Estado acusó a la primera ministra de Trinidad y Tobago, Kamla Persad-Bissessar, de ser “propulsora de la guerra”, tras la llegada al país insular del destructor estadounidense USS Gravely (DDG-107), que participa esta semana en maniobras conjuntas con las fuerzas trinitenses.
Maduro aseguró que el Gobierno trinitense posee pruebas de un supuesto “autoataque” planeado por la CIA contra el buque estadounidense, con el fin de justificar una agresión contra Venezuela.
“Eso es lo que se pretendía con el barco ese que metieron en Trinidad y Tobago, donde, lamentablemente, la primera ministra […] es una alcahueta, propulsora de la guerra por sus propias debilidades personales, físicas, mentales y morales”, expresó Maduro.
El mandatario también afirmó que el fin de semana fue detenido “un grupo de mercenarios financiados por la CIA”, lo que habría permitido descubrir el presunto plan de agresión.
Reacción de Trinidad y Tobago
La primera ministra Kamla Persad-Bissessar respondió a las declaraciones de Maduro asegurando que su país “no es susceptible a ningún chantaje”.
“No somos susceptibles a ningún chantaje por parte de los venezolanos en busca de apoyo político. Nuestro futuro no depende de Venezuela y nunca lo ha hecho”, declaró a la AFP.
Persad-Bissessar, aliada política de Washington, ha mantenido una postura crítica hacia el Gobierno venezolano y hacia la migración proveniente de ese país. Bajo su gestión, Trinidad y Tobago recibió autorización de Estados Unidos para explotar un campo gasífero ubicado en territorio venezolano, pese al embargo vigente desde 2019.
Contexto del acuerdo
La vicepresidenta Delcy Rodríguez, quien encabeza el Ministerio de Hidrocarburos, confirmó que PDVSA y su despacho recomendaron al presidente Maduro suspender el acuerdo de cooperación energética suscrito en 2015, lo que implica paralizar todos los proyectos gasíferos conjuntos con Trinidad y Tobago.
Rodríguez calificó como “hostil y agresiva” la posición del Gobierno trinitense y aseguró que su país “ha decidido convertir su territorio en una colonia militar de Estados Unidos”.
“La primera ministra se ha sumado a los planes guerreristas de Estados Unidos. Es una guerra por el petróleo y por el gas”, dijo la funcionaria.
