El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, repudió este lunes las más de 450 sanciones unilaterales impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea a su país, las cuales calificó de ilegales y les atribuyó la provocación de una crisis humanitaria de manera alevosa y premeditada.
«Enfrentamos una agresión económica multidimensional, que ha ignorado los llamados de Naciones Unidas y del pueblo venezolano a detener estas acciones en tiempos de la pandemia», dijo, al intervenir en el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
«Las graves circunstancias que enfrenta el mundo a causa del Covid-19, exigen de los líderes mundiales mayor compromiso en el trabajo por un destino común y compartido. Es una necesidad imperiosa asumir la salud como derecho humano fundamental para proteger la vida de los pueblos».
El mandatario Maduro señaló que su país ha logrado mitigar y controlar la pandemia “gracias a una política social de salud pública, de calidad, a la implementación de metodologías de bioseguridad, y la aplicación de tratamientos científicos complementarios».
«En medio de las sanciones hostiles y criminales en contra de Venezuela, hemos hecho grandes esfuerzos por garantizar el estado de bienestar. Fortalecimos nuestra cooperación con el Sistema de la ONU, de manera integrada, con todos sus organismos, fondos y programas».
El presidente expresó que a pesar del bloqueo internacional y las sanciones impuestas por Estados Unidos y sus aliados, su Gobierno ha realizado esfuerzos para garantizar el Estado de Bienestar del pueblo venezolano.
“La imposición de más de 450 medidas coercitivas unilaterales e ilegales, han resultado en un bloqueo y una persecución contra las capacidades del Estado y de la sociedad venezolana».
En este sentido el jefe de Estado denunció que su país ha sido privado de al menos 30.000 millones de dólares que pudieron ser usados para la atención de los venezolanos.
Nicolás Maduro también dijo que su administración ha fortalecido la cooperación y asistencia técnica con la Oficina de la Alta Comisionada para los DD.HH.
Maduro prometió colaborar con el CDH, pero mantuvo su posición de rechazar “cualquier mecanismo inquisidor que pretenda usar la causa de los derechos humanos como herramienta política”.
«El Estado venezolano seguirá trabajando decididamente con el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, y ratificamos que no vamos a aceptar que se pretenda usar la justa causa de los DDHH como herramienta política para un cambio de gobierno por la fuerza», puntualizó.