Los migrantes “criminales ya no podrán esconderse en los colegios y las iglesias” de Estados Unidos para “evitar ser detenidos”, declaró este martes, 21 de enero, un portavoz del Departamento de Seguridad Interior (DHS).
El gobierno del presidente Donald Trump “no atará las manos de nuestras valientes fuerzas del orden, y en su lugar confía en que utilicen el sentido común”, añade en un comunicado sin dar su nombre.
Horas después de jurar el cargo como jefe de Estado norteamericano, el republicano firmó el lunes una batería de medidas contra la inmigración ilegal para poner fin a lo que considera una “invasión”, publica la revista colombiana Semana.
Una de ellas elimina el programa humanitario (parole) que otorga permiso temporal a migrantes para permanecer en Estados Unidos.
Alegando motivos humanitarios, el gobierno del expresidente demócrata Joe Biden permitió que migrantes de Haití, Cuba, Nicaragua y Venezuela solicitaran la entrada en Estados Unidos por un periodo de dos años, si tenían un patrocinador en el país y pasaban una verificación de seguridad.
La administración demócrata “abusó del programa” de autorización condicional humanitaria “para permitir indiscriminadamente la entrada en nuestro país de 1.5 millones de migrantes”, se queja el portavoz del DHS.
A partir de ahora el programa volverá “a su propósito original de examinar a los migrantes caso por caso”, añade.
Entre las medidas tomadas por Trump también figura la anulación de la posibilidad para los migrantes de obtener legalmente una cita a través de una aplicación de teléfono móvil (CBP One) para llegar a un puerto de entrada.
A esto también se le suma lo dicho por Tom Homan, responsable de políticas migratorias de la nueva administración de Trump y conocido como el zar de la frontera, advirtió que se ejecutarán arrestos masivos de migrantes indocumentados, algo que comenzará en los próximos días.
Va a haber una gran redada en todo el país. Chicago es solo uno de muchos lugares”, señaló el funcionario en diálogo con el medio Fox News.
Trump se ha comprometido a efectuar el mayor programa de deportación en la historia de la nación norteamericana para expulsar a inmigrantes indocumentados con antecedentes penales. Además, planea clasificar a las pandillas criminales extranjeras como organizaciones terroristas y reinstaurar la política de «Permanecer en México».
De hecho, este lunes el magnate firmó una de las primeras medidas más controversiales de su administración: acabó con la denominada ciudadanía por nacimiento. Con esta decisión no se permitirá que hijos de migrantes que se encontraran en estado de ilegalidad, y que nazcan en ese país, tengan derecho a la ciudadanía, algo que ha desatado gran polémica en todo el país.
Aunque muchos pueden apoyar la medida de Trump, considerando que muchas personas de otros países puedan aprovecharse de ese derecho para tener a sus hijos en Estados Unidos; lo cierto es que las cifras no reflejan un abuso de la medida.
Por esta misma razón, se espera que se presenten varias demandas en contra de la decisión que tomó el nuevo jefe de Estado y lograr, de esta manera, que la misma sea anulada y continúe la ciudadanía por nacimiento.
Versión Final