El presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, decretó estado de excepción en todo el país y toque de queda durante las madrugadas para contener la expansión del coronavirus.
«He decretado el estado de excepción en el país, por lo cual se cierran los servicios públicos», excepto los de salud, seguridad, de atención de riesgos y «aquellos que por emergencias los ministerios decidan mantener abiertos».
«Quédate en casa, trabaja desde casa», recomendó el mandatario al precisar que el «toque de queda» regirá a partir de mañana, martes, desde las 9 de la noche hasta las 5 de la mañana.
Según Moreno, la humanidad está enfrentando «una guerra» y que en esta línea hará «hará todo lo posible y hasta la imposible» para proteger a los ecuatorainos.
Esta guerra -añadió- se ha cobrado ya «7.000 muertos en el mundo y dos en Ecuador», que si no corta el problema de raíz, según han advertido expertos, podría llegar a tener «más de 800.000 personas contagiadas» con el COVID-19.
«Hemos frenado los contagios importados», remarcó el mandatario ecuatoriano tras insistir en que ahora es el momento en que la población asuma su corresponsabilidad ante la pandemia del coronavirus.
Por ello insistió en su llamado para que la gente se quede en casa y evite el contagio, para lo cual también se tomarán otras medidas.
Anunció que desde la medianoche de este martes se suspenderá por catorce días el transporte de pasajeros entre las provincias, así como se restringirá la circulación de automóviles particulares, excepto los de empresas y otros autorizados.
Los vehículos particulares que transiten para adquirir medicinas o alimentos, entre oras actividades autorizadas, se someterán a restricciones de acuerdo a los dígitos de sus placas o chapas de matricula.
EFE