Evo Morales ya partió a México tras aceptar el asilo político ofrecido por este país.
En horas de la noche, el ministro de relaciones exteriores de México, notificó que Morales ya estaba en el avión.
El gobierno de Perú confirmó este lunes que autorizó el sobrevuelo y abastecimiento de combustible a una aeronave de bandera mexicana que vuela rumbo a Bolivia para recoger al renunciante presidente de ese país, Evo Morales.
La Cancillería peruana señaló que la medida se tomó “a solicitud del gobierno de México” y que es consistente con las obligaciones “derivadas de la Convención de Caracas de 1954 sobre Asilo Diplomático”.
Tras indicar que la aeronave partió de Lima a las 18:30 horas (23.30 GMT) hacia territorio boliviano, la Cancillería reiteró el compromiso de Perú “con una transición pacífica y dentro del orden constitucional en la república de Bolivia”.
Medios locales informaron que la aeronave del gobierno mexicano aterrizó y se abasteció de combustible en el Grupo Aéreo Número 8, el aeropuerto militar adjunto al aeropuerto internacional de Lima.
El presidente electo de Argentina, Alberto Fernández, había adelantado la información sobre la autorización del ingreso de la aeronave al espacio aéreo de Perú.
“Mi gratitud al presidente de Perú, Martín Vizcarra, ya que ha abierto el espacio aéreo peruano para que pueda llegar el avión de México para buscar a Evo”, señaló Fernández en Buenos Aires.
Fernández, que asumirá la Presidencia de Argentina el próximo 10 de diciembre, destacó de Vizcarra lo siguiente: “Se movió diplomáticamente para tratar de facilitar la llegada de ese avión, que todavía estamos esperando que llegue y espero que pronto”.
Paso inocente
El primer ministro de Perú, Vicente Zeballos, había señalado horas antes que su país no estaba en la posibilidad de negar “el paso inocente” a ninguna aeronave, de acuerdo con el derecho internacional. Esto lo dijo al ser interrogado sobre la posibilidad de que Morales intentara ingresar al espacio aéreo peruano.
Morales renunció el domingo a la Presidencia de Bolivia, después de 14 años en el cargo. Dejó el poder a causa de una crisis política y social que se agravó debido a las cuestionadas elecciones del 20 de octubre.