Prácticamente todos los programas de ayuda en todo el mundo que dependen de fondos de Estados Unidos tendrán que detener sus operaciones debido a un memorándum del Departamento de Estado emitido el viernes para «detener el trabajo«.
El memorándum interno amplía la orden ejecutiva del presidente Trump, emitida el lunes, para congelar la asistencia extranjera durante 90 días, reseña la página web NPR
Las nuevas instrucciones significan que estos programas probablemente tendrán que suspender o despedir empleados y cesar sus operaciones hasta que una revisión determine si se alinean con la agenda de política exterior del presidente Donald Trump.
Dentro de 85 días «se completará la revisión integral de toda la asistencia exterior en todo el gobierno, y se presentará un informe al secretario de Estado para su consideración y recomendación al presidente«, según el memorando, que fue firmado por el secretario de Estado, Marco Rubio.
Quedan exentas de la orden: la ayuda a Israel y Egipto, así como la ayuda alimentaria de emergencia.
Los empleados en el extranjero de USAID, la agencia principal responsable de administrar la ayuda humanitaria y para el desarrollo, no se verán afectados.
Pero muchas organizaciones que reciben fondos para el desarrollo de los EE. UU. tienen su sede en el país donde operan y emplean tanto a personal local como estadounidense. Todos estos empleados corren el riesgo de perder su salario a corto plazo y sus puestos de trabajo a largo plazo.
Reacción del mundo de la ayuda
Un alto funcionario de USAID expresó su profunda preocupación por el impacto de la orden del viernes. El funcionario envió un comunicado a NPR bajo condición de anonimato porque no están autorizados a hablar en nombre de la agencia.
«La orden de detención del trabajo es completamente imprudente«, se lee en el comunicado. «El impacto de esta orden de detención está destinado a interrumpir negativamente no solo los programas de ayuda exterior de EE. UU. y los beneficiarios previstos de estos programas, sino también la vida cotidiana de las personas que brindan esta ayuda crítica: personas con familias que cuidar, que tienen que comprar alimentos, pagar el alquiler y los servicios públicos. Sí, se necesita desesperadamente una reforma de la ayuda exterior de Estados Unidos, pero estas medidas draconianas no ayudan«.
El líder de una organización humanitaria que se asocia con USAID le dijo a NPR: «Han lanzado una granada justo en medio de la ayuda extranjera. La vida de las personas en todo el mundo está en peligro«. Esta persona pidió el anonimato por temor a represalias contra su organización por hablar.
«Probablemente tendremos que retirar a nuestro personal que brinda servicios críticos en el campo y despedir al personal estadounidense«, dijo el líder a NPR. «No podemos darnos el lujo de seguir financiando nuestros programas porque no sabemos si seremos reembolsados según nuestros contratos con las agencias estadounidenses«.
Los expertos en ayuda advierten que esta medida podría tener un efecto desestabilizador en países donde la ayuda humanitaria es crítica.
«Está teniendo impactos sísmicos, sísmicos para todo el sistema de ayuda mundial«, dijo Abby Maxman, presidenta de Oxfam America, una organización benéfica que no recibe fondos del gobierno de Estados Unidos. «Y realmente, francamente, es una decisión cruel que tiene consecuencias de vida o muerte para millones de personas en todo el mundo«.
«Lo que realmente necesitamos y queremos es que se revierta la decisión de la orden de stop. Necesitamos fondos y programación para avanzar, para nuestros socios, para nuestra red, para nuestra comunidad, y como mínimo, necesitamos una comunicación clara para que la gente pueda planificar en esta nueva y terrible realidad«, dijo Maxman.
Por: Agencia