El gobierno de Donald Trump advirtió a gobiernos extranjeros, puertos, compañías navieras y aseguradoras que podrían enfrentar severas sanciones si ayudan a la flotilla de petroleros de Irán que lleva combustible a Venezuela, dijo el viernes Elliott Abrams a Reuters, en busca de evitar nuevos envíos.
El representante especial estadounidense para Venezuela señaló que la campaña de presión se está librando “para asegurarse de que todos reconozcan que ayudar sería una transacción muy peligrosa”.
Cuatro petroleros iraníes llegaron a aguas venezolanas para entregar combustible, mientras que otro está en camino, en una señal de la profundización de los lazos entre Venezuela e Irán, países OPEP que tienen tensas relaciones con Estados Unidos.
“Hemos alertado a la comunidad naviera de todo el mundo, a los propietarios de buques, capitanes de buques, aseguradoras de buques, y hemos alertado a los puertos en el camino entre Irán y Venezuela”, dijo Abrams en una entrevista, en la que agregó que las advertencias diplomáticas se han enviado en privado a gobiernos “de todo el mundo”.
Una persona familiarizada con el asunto dijo que uno de ellos era Gibraltar, situada en la ruta de los petroleros. Un funcionario estadounidense informó que se había pedido a varios países que negaran los servicios portuarios.
“No creo que encuentren propietarios de barcos, aseguradoras, capitanes y tripulaciones dispuestos a participar en estas transacciones en el futuro”, sostuvo Abrams.
El funcionario predijo que el combustible solo duraría unas pocas semanas y en su mayoría sería desviado hacia leales al presidente Nicolás Maduro. La escasez se ha agudizado debido a las sanciones de Estados Unidos contra el líder socialista, bajo cuyo gobierno se ha producido un colapso económico.
NAD