La estrategia geopolítica de EEUU con respecto a Venezuela ha entrado en la que probablemente es su fase de mayor intensidad. Y es que las sanciones que este martes anunció Washington contra la estatal petrolera rusa Rosneft amenazan con provocar una merma definitiva en los ingresos del gobierno de Nicolás Maduro por venta de petróleo a Rusia, que ahora es prácticamente su único comprador de crudo ante las sanciones previas de EEUU que prohíben cualquier transacción por petróleo o algún otro activo con el gobierno venezolano.
Es por ello que el representante especial para Venezuela del gobierno de Estados Unidos, Elliott Abrams, confirmó hoy que la empresa petrolera rusa Rosneft y el vicepresidente de la misma, Didier Chasimiro, han sido sancionados como parte de una nueva serie de acciones que buscan cercar a Nicolás Maduro.
Rosneft es una empresa petrolera propiedad del gobierno ruso con sede en Moscú. De hecho, es el principal soporte financiero y energético con el cual la administración de Maduro se ha abastecido de capitales para mantener operativas las escasas dos refinerías del país que todavía procesan el crudo venezolano que el Gobierno le vende a Moscú.
“Esta es una reacción al amplio crecimiento de esta empresa (Rosneft) sobre el petróleo venezolano”, dijo Abrams. Agregó que Rosneft se ha lucrado con la situación y crisis que el país vive.
La compañía rusa le cobra con petróleo a Venezuela y PDVSA toda la deuda de 60.000 millones de dólares que Maduro contrajo con el gobierno de Vladimir Putin, de la cual Caracas solo le ha abonado poco más de $200 millones a Moscú, pero no ha logrado amortizarla progresivamente ante el bloqueo financiero que EEUU le tiene impuesto al gobierno de Maduro.
Asimismo, advirtió a otras empresas que dejen de apoyar al régimen de Maduro o verán sanciones similares. “Todos los que participen en transacciones con Rosneft podrían estar sujetos a sanciones”, agregó Abrams.
Esto implica que EEUU percibe la estrategia de Rusa como una movida en la cual Rosneft podría ser el canal de transferencia de los capitales que otras empresas envíen al gobierno de Maduro por relaciones financieras y comerciales, evadiendo las sanciones estadounidenses con los sistemas de pago y flete petrolero de Rosneft.
La sanción económica anunciada este lunes se convierte en la primera que implica a una empresa extranjera y que no es parte directa del gobierno en disputa o de uno de sus funcionarios, lo cual podría provocar un fuerte impasse diplomático entre Rusia y el gobierno de Maduro, que recientemente recibió la visita del canciller ruso Serguei Lavrov en Caracas.
Según Abrams, el comercio de Rosneft ha facilitado el envío de dos millones de barriles de crudo venezolano a África occidental y han extraído cerca de 55 millones de barriles.
Asimismo, advirtió que los mercados petroleros están suficientemente abastecidos, y que esta acción no afectará al mercado internacional.
“Esto tiene una solución fácil y rápida, dejen de hacer negocios con ellos (el gobierno de Maduro)”, dijo Abrams a Rosneft. “Permitan una transición democrática (en Venezuela) y tendrán un campo libre y abierto para que todos puedan negociar en términos comerciales normales”, sentenció el funcionario del Departamento de Estado de EEUU.