En una entrevista concedida al diario Le Monde de Francia -a propósito de su visa en ese país-, el presidente de Argentina Alberto Fernández aseguró que le preocupa la situación humanitaria en Venezuela, pero a su juicio, “la solución no puede ser una intervención externa”.“Estoy muy preocupado por la situación humanitaria. Pero estamos en presencia de un gobierno que ha tomado decisiones arbitrarias, que ha puesto en peligro el estado de derecho y hay una crisis de convivencia democrática”, aseguró Alberto Fernández sobre la administración del presidente venezolano Nicolás Maduro.
El mandatario argentino aseguró que “nada de lo que se ha intentado hasta ahora ha servido” y afirmó que “la solución no puede ser una intervención externa”.
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El presidente peronista, que dijo estar “satisfecho” de haber constatado que el presidente francés Emmanuel Macron está de acuerdo con él e insistió con que “son los venezolanos los que deben decidir su futuro”. Este último concepto es el que suele usar para desmarcarse del gobierno argentino anterior, el de Mauricio Macri, que abiertamente calificaba de «dictadura» al gobierno venezolano.
Si bien Fernández ha criticado ciertos aspectos del gobierno encabezado por Maduro, no reconoce al presidente de la Asamblea Nacional Juan Guaidó como interlocutor válido, algo que sí hacía el Gobierno de Macri. De hecho, Fernández invitó a su asunción al ministro de comunicaciones venezolano Jorge Rodríguez, y le quitó la credencial diplomática a Elisa Trotta, la enviada de Guaidó.
Desde ahí, Fernández mantiene relaciones formales con el Ejecutivo de Venezuela, pero siempre reserva una porción de sus declaración públicas para resaltar sus preocupaciones. Ya durante la campaña, el peronista había calificado al venezolano como un “gobierno autoritario muy difícil de defender”. En ese entonces, su principal preocupación se centraba en el informe de la Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, en el que se documentan múltiples situaciones irregulares en relación a los derechos humanos.
Durante la entrevista en Le Monde, el mandatario argentino habló sobre otros de los marcados giros en política exterior de Fernández: Bolivia. Su gobierno asiló a Evo Morales, acusado por la oposición boliviana y la OEA de haber permitido irregularidades en la última elección presidencial, y desconoció a Jeanine Añez como presidente interina. “¿Se siente aislado en una región que ha virado hacia la derecha?”, le preguntó la periodista del diario francés. “Para nada. Yo no limito mis contactos a aquellos que piensan como yo. Yo no me aprovecho de los conflictos internos de otros países, no es mi rol. Pero, en Bolivia hubo un golpe de estado y el continente americano ha sufrido bastante la falta de democracia”.