Nadie duda de los legítimos reclamos que todos los sectores del país vienen exigiendo en cuanto a un aumento de su precario salario.
No alcanza el salario actual para cubrir la cesta básica alimentaria que según el centro de documentación y análisis de los trabajadores (CENDA) ronda los 500$, lo que impide cubrir necesidades básicas, además, el salario mínimo venezolano es el más bajo de toda Latinoamérica, originando malestar, descontento y continuas manifestaciones.
El gobierno alega que es difícil mejorar el salario debido al impacto de las sanciones, lo cual no es totalmente cierto, por cuánto la caída de la actividad productiva y la elevada inflación se venían mostrando antes de las sanciones.
Un giro en la política económica luce difícil, siendo la única forma de comenzar a reactivar el aparato productivo, la actividad petrolera que según indicadores de la organización de países exportadores de petróleo (OPEP) está en el orden de 723 mil barriles diarios de los culés se descuenta un porcentaje que se está utilizando para el trueque con Cuba, el resto no se vende al precio fijado por efecto de las sanciones, esto significa menos ingresos de los que se pudieran obtener, la otra fuente de ingresos del gobierno es el Seniat, el cual cobra los impuestos de una economía donde es más fuerte en el comercio que en la industria.
Lo anterior nos hace ver que los recursos para financiar un aumento salarial de unos 5 millones aproximados de empleados públicos, considerando que el gobierno asume la cancelación de nóminas de gobernaciones y alcaldías, a esto sumamos unos 4 millones y medios de pensionados. Esto implica un alto gasto de personal, que no es fácil mejorarlos sin un cambio en su política estructural y su política económica.
Esto implica un gasto difícil de financiar por no contar con producción petrolera significativa y un aparato económico débil, ésto obligaría a acudir a la computadora del Banco Central de Venezuela (BCV) para autorizar la creación de dinero inorgánico que no proviene de ninguna actividad de producción y que llevaría a que esos aumentos los devore la inflación.
De manera que no es fácil la situación para el gobierno y preocupante para la masa trabajadora.
Dr. José Gregorio Figueroa Z.
Tw. @jogrefiza
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