De tener el mayor salario mínimo de Latinoamérica en 2008 al más paupérrimo en abril de 2024
Ha pasado mucha agua por el río desde marzo de 2022, pero lo que en 25 meses no ha variado es el salario mínimo venezolano: 130 bolívares. Durante este tiempo el Gobierno de Nicolás ha incrementado lo que le ha dado por llamar “salario integral”, a punta de bonos.
Como todo en Venezuela, que vivimos de un extremo a otro: somos un país al cual no le gustan los grises, en apenas unos 16 años pasamos de la bonanza a una de las crisis más acentuadas que hemos conocido en nuestra historia, solo comparable, según algunos investigadores, con el período previo a la Guerra Federal (1859-1863).
Eso ha traído como consecuencia innumerables protestas de calle, incluso de trabajadores públicos, que han sido los más afectados.
Indicadores actuales de salario, educación y salud, entre otros, señalan lo bajo que hemos caído y por lo cual generaciones hasta los 40 años prefieren aventurarse a migrar en condiciones más improvisadas que un mismo mochilero que a quedarse a luchar por la “patria” en un contexto de vicisitudes extremas.
Atrás quedaron períodos como el de la bonanza petrolera de Carlos Andrés Pérez (1974-1979) y el “ta’ barato, dame dos”, ilustrado de la mejor manera en la película Adiós Miami (1984), del director Antonio Llerandi; o la ansiada etapa de los “raspa cupo” de Cadivi (Comisión de Administración de Divisas), en la cual muchos se enriquecieron y ofrecían dólares a cada venezolano para viajar, y al regresar tenían más; del período que solo se bebía whisky escocés meneado con el dedo índice, rechazando al vernáculo ron.
Pero no nos vayamos tan lejos, incluso durante la gestión del chavismo se vivieron las “vacas gordas”.
Segunda bonanza
Con Chávez regresó el discurso del progresismo y una nueva idea del bolivarianismo y Latinoamérica unida. Lleno de delirios de grandeza y de “líder intergaláctico”, el máximo representante del chavismo tomó medidas en la Opep, de la que Venezuela es miembro fundador, y ayudado por un contexto de alza de precios en el mercado de los crudos, volvió el “estado de bienestar” y una “segunda bonanza”, como la denomina la economista Oly Millán, tal cual como la de CAP en los setenta.
En ese período de Chávez, que va hasta el 2012, con sus múltiples reelecciones en la silla de Miraflores, se vivió una nueva “fiesta” por la fluidez de caja, que poco a poco fue mermando por la crisis global, el aprovechamiento de funcionarios de los bienes públicos y un criterio botarata parecido al del “ta barato, dame dos”. Situación que solo amainó “coincidentemente” con la muerte de Chávez, ya que la economía traía peso en el ala e irremediablemente lo iba a pagar el heredero en la Presidencia.
Del mayor salario mínimo al paupérrimo
En este contexto de alza de precios del petróleo y bonanza, Chávez se vanaglorió de dar a los venezolanos el mayor salario mínimo de Latinoamérica.
El líder bolivariano decretó en 2008 un aumento del 30 por ciento, que colocaba el salario mínimo en 372 dólares y, con el cestaticket o bono de alimentación, el salario integral llegaba a los 558 dólares, el más alto en Latinoamérica para ese entonces, cuyo salario mínimo promedio rondaba los 212 dólares mensuales. Con ello, el salario del venezolano casi triplicaba el promedio de la región.
“Esto es necesario que lo sepamos todos: el salario mínimo en Venezuela es el más alto en América Latina”, enfatizó.
“Si hablamos entonces del salario mínimo legal, el salario mínimo en Venezuela no solo supera a todos los demás, sino que duplica, casi triplica el promedio de América Latina (…) 2,6 veces el promedio”, agregó.
Lo expresado por Chávez se corresponde al aumento decretado a partir del 1° de mayo de ese año, que en bolívares se traducía en 799 bolívares fuertes (372$), solo hablando del mínimo, sin incluir el cestaticket, con lo que se completaría el salario integral.
Para ese momento, el segundo más alto en la región correspondía a Paraguay (326$) y el tercer lugar lo ocupaba Chile (312$).
Para este momento, abril de 2024, Venezuela posee el salario mínimo menor de toda Latinoamérica y quizás el mundo, 130 bolívares (al cambio del día 30/04/2024, Bs 36.46 por dólar), equivalente a menos de 4 dólares mensuales.
Voces de figuras públicas, políticos, agentes sociales y economistas consideran que el salario mínimo actual debería estar por el orden de los 200 dólares.
impactovenezuela
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