A pesar de los problemas que puedan existir en el país, la fe y devoción de los creyentes se mantienen intactos durante ésta época del año. Desde las procesiones hasta la Quema de Judas, cada actividad tiene un significado especial para los zulianos católicos.
Estos días se les considera un momento para reflexionar sobre la vida y muerte de Jesús y para fortalecer la unión familiar y comunitaria.
No es solo un evento religioso, sino una oportunidad para reunirse con familiares y amigos.
Es el momento en que las iglesias llenan las calles y se convierten en escenarios de procesiones y los hogares se visten con un aire de solemnidad.
Cada rincón del país tiene una manera especial de vivir estos días, pero todos comparten un sentimiento en común: la devoción.
Se tiene en la programación el inicio de los días santos con el tradicional Domingo de Ramos que marca el inicio de la Semana Santa y es considerado un día muy especial. En nuestra región y el resto del país es común ver a las familias llevando sus palmas a la iglesia para que sean bendecidas, una tradición que simboliza la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén.
Otra de las tradiciones que se conserva son las procesiones en los pueblos. que por lo general son más pequeñas, pero igualmente emotivas. Las calles se llenan de velas, cantos y oraciones y en algunas de ellas se realizan representaciones vivientes de la Pasión de Cristo.
Desde los pequeños pueblos hasta las grandes ciudades, actores locales recrean los últimos días de Jesús con un realismo que conmueve.
La Biblia habla de la vista de los templos y existe la tradición de recorrerlos durante el Jueves Santo. Los fieles recitan oraciones en cada templo visitado como muestra de respecto al proceso que sufrió Jesús antes de ser crucificado.
La gastronomía es esencial
En Maracaibo y en otras ciudades, se preparan platos típicos a base de pescado y carnes blancas, tales como el tradicional mojito en coco, pescado frito, guisados que son parte esencial para la fecha. En esta época, muchas familias preparan los famosos “siete potajes”, una tradición que consiste en servir siete platos diferentes, como lentejas, caraotas, garbanzos, arroz con coco, chigüire en coco (en algunas regiones llaneras) y ensaladas frescas.
Entre las creencias más famosas y más cumplida está el no comer carne roja el Jueves y Viernes Santo. Para los católicos no comer carne roja tiene que ver con la pasión de Jesús donde su carne sufrió tanto.
El Domingo de Resurrección cierra la Semana Santa con una tradición muy particular que es la llamada quema de Judas, un ritual que se realiza en varios lugares del país y consiste en quemar un muñeco que simboliza la traición de Judas Iscariote y a su sirve como una especie de “catarsis” para deshacernos de lo negativo y empezar de nuevo.
Semana Santa es una fecha que nos une como pueblo, sin importar dónde estemos
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