Girseida Medina Maigua, de 24 años, envenenó a sus dos hijos de 5 y 2 años, y luego se suicidó, en una casa sin número de la calle Buenos Aires de la comunidad indígena Las Canoas, del municipio Independencia, en el estado Anzoátegui.
Las experticias de funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC), arrojaban que habían muerto por ingerir yuca amarga, pero exámenes forenses realizados al día siguiente determinaron que los tres fallecidos murieron por ingesta de un insecticida agrícola.
La madre de la fallecida, Idamelis Rivero, narró que encontró a su hija y nietos muertos en el piso, cuando acudió a la casa donde vivían para saber de ellos, ya que su hija no respondía los mensajes, ni las llamadas. Tal fue su sorpresa al encontrar tan dantesco hecho. Los menores eran Jhonathan José, de 5 años y Jorge David Medina, de 2 años.
Al parecer la madre habría tenido una fuerte discusión con la pareja, de quién no se suministró el nombre.