La nueva reconversión monetaria, que entrará en vigencia el próximo 1° de octubre, «no va a resolver los problemas capitales del desequilibrio básico macroeconómico que nos tiene en recesión e hiperinflación, impago de deuda externa y un deterioro gravísimo de la industria petrolera», expresó el economista Rodrigo Cabezas.
Destacó que el tema de efectivo tampoco se va a resolver con la reconversión, «porque seguirá siendo la relación entre la liquidez monetaria con la cantidad de billetes que circulan, muy baja, por razones de todo lo que ocurre por la situación del bloqueo económico».
En tal sentido, destacó que el Banco Central de Venezuela (BCV), no va a poder cubrir la cantidad de billetes, «es decir 13% debería ser efectivo del total de la liquidez y hasta ahora es solo 2% y por eso es que no hay efectivo ni para pagar el transporte urbano, ese problema lamentablemente va a continuar».
Cabezas, considera que es necesario establecer un acuerdo sistemático en las negociaciones entre el chavismo y la oposición en Ciudad de México.
«Particularmente soy de los que apoya que se discuta el tema económico porque aquí hay una crisis económica, pero también hay un crisis humanitaria muy importante que se expresa en una caída de consumo y en niveles de desnutrición nunca vistos», manifestó.
A su juicio, el país puede llegar a un acuerdo sobre «cómo utilizar los más $5 mil millones asignados por el FMI» que cree que se podría destinar a la salud para medicamentos y equipos médicos; la implementación de un programa de alimentación para niños y ancianos y para un plan de vacunación contra el Covid-19 que permita cubrir 80% de la población.
«Tendría que haber un acuerdo operativo de tipo financiero y fiduciario para manejar estos más $5 mil millones que le pueda servir a la economía en muy corto plazo, en este último trimestre para estas tres áreas y creo que se puede lograr este acuerdo y la nación lo va a necesitar», agregó.
Insistió que pese a que el tema político es importante, considera que es necesario darle importancia al tema «de la situación de crisis humanitaria que tenemos».
Con respecto al tema de las megaelecciones previstas para el 21 de noviembre, señaló que no van a tener un impacto significativo en el plano económico.
«No tengo ninguna duda de que vamos a terminar un año con un decrecimiento económico de menos 5 % del PIB, una inflación cercana o superior a 1.200 % (…) Una inflación devastadora que hay que detenerla», señaló el economista.
Agregó que «las elecciones del 21 de noviembre las veo como una oportunidad, estoy entre el millón aquí en Zulia que vamos a ir a votar a pesar de las dificultades y dudas que podamos tener».
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Con información de Banca y Negocio.