El religioso sostuvo que “en la mente y el corazón de la inmensa mayoría de los venezolanos existe la esperanza”. Resaltó que “las próximas elecciones son una magnífica oportunidad para crecer en el compromiso con la construcción de un país mejor”
El presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) y arzobispo de Cumaná, monseñor Jesús González de Zárate fue abordado este domingo sobre el panorama electoral en el país.
Con la celebración del Pentecostés, aseguró que el mensaje debe “estar muy vinculado a la fe”, y sostuvo que a pesar de las adversidades “en la mente y el corazón de la inmensa mayoría de los venezolanos existe la esperanza que el futuro de nuestro país será mejor”, reseñó ADN Celam.
“Las próximas elecciones son una magnífica oportunidad para crecer en el compromiso y participación de la ciudadanía en la construcción de un país mejor”, expresó monseñor González.
De la misma forma, destacó que “se debe garantizar la adecuada aplicación de los principios y mecanismos democráticos consagrados en la Constitución y las leyes”.
“Soy consciente de que la injusticia, la mentira, la violencia, la conculcación de los derechos dejan dolorosas heridas entre nosotros”, sin embargo, hace votos por la reconciliación y perdón entre todos los venezolanos para que “nos ayude a construir un mejor futuro, de forma que podamos vivir de una manera diferente, sin rencor, sin ira ni venganza”.
El representante de la Conferencia Episcopal Venezolana resaltó que “hay un deseo y el compromiso de cambio que se va extendiendo en la mayoría de la población” y expuso que este debe realizarse “en un clima de inclusión, tolerancia, igualdad de oportunidades y respeto de todos, superando la tentación de imposición o control de unos pocos sobre las grandes mayorías”.
“Los venezolanos necesitamos recuperar la alegría de vivir y la paz social, por lo que no debemos conformarnos con sobrevivir o subsistir amoldándonos a la situación presente”, apuntó.
Destacó que el país necesita “brindar signos de esperanza a los hogares empobrecidos, a los enfermos, a los privados de libertad en razón de sus posiciones políticas, a los millones de migrantes venezolanos dispersos por todo el mundo”.
González concluyó pidiendo al Espíritu Santo que en esta festividad de Pentecostés “nos conceda a los venezolanos la capacidad de trabajar por el reconocimiento mutuo, el respeto, la tolerancia; de trabajar por el bien común de Venezuela”.
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