El turbulento panorama político actual en Venezuela, a pocas semanas de las elecciones presidenciales del 28 de julio, ponen en duda la posibilidad de que realmente se de una transición democrática del poder en el país.El politólogo John Magdaleno defiende la vía electoral como solución para tener una transición en el poder, aunque considera que para que eso ocurra, debería suceder una «situación límite». «Esa situación límite es la que va a plantear la elección presidencial el 28 de julio. Una victoria holgada de Edmundo, por ejemplo, que en mi opinión debería estar contenida entre 6 y 10 puntos porcentuales», aseguró
Cada vez falta menos para las elecciones presidenciales del 28 de julio en Venezuela. El panorama político mueve sus piezas pero la incertidumbre crece ante la pregunta sobre si una transición democrática es realmente posible tras 25 años de “revolución bolivariana”.
Durante las últimas semanas, Maduro mantienen una persecución de concentraciones por todo el territorio nacional con la líder de la oposición, María Corina Machado, realizando manifestaciones casi simultáneas en las mismas entidades.
La fundadora de Vente Venezuela denuncia los múltiples arrestos de dirigentes de su partido y allegados, el cierre por parte del Seniat de los establecimientos en donde se hospeda o se alimenta, y más recientemente, la difusión de una “fake news” sobre ella por parte del comandante de la Ceofanb, Domingo Hernández Lárez, en «X».
El politólogo John Magdaleno, magister en Ciencias Políticas y especialista en Análisis de Datos, además de profesor de la Universidad Católica Andrés Bello y de la Universidad Central de Venezuela, realizó un diagnóstico de la situación actual en Venezuela durante su participación en el podcast Venezuela Weekly, conducido por el periodista Tony Frangie.
Magdaleno, quien según el comunicador social es una voz importante en la discusión pública en cuanto a la estrategia opositora, comentó acerca del reporte de riesgo publicado esta semana del banco inglés Barclays, donde se habla de una posibilidad significativa de una transición democrática en Venezuela, mencionando los malos cálculos del Gobierno como un posible catalizador para que esto suceda.
– ¿Se está dando en Venezuela las condiciones para una transición democrática?
– En mi opinión sí, yo leí el reporte de Barclays anoche, efectivamente coincido con lo que allí se dice y sobre todo con una expresión que se utiliza: los errores de cálculo.
En efecto hay una cadena consecutiva de errores que se vienen cometiendo desde el régimen autoritario venezolano. Si señalamos solo algunos de los más recientes, tenemos la primaria, es decir, creo que ahí hubo un error de cálculo (del Gobierno), se pensó que la primaria iba a ser un fracaso. Por cierto, me comentan extraoficialmente que habían dos tesis rivales en la coalición dominante, una sugerida: la idea de que como el evento iba a ser un fracaso había que dejarlo correr, y la otra que había que detenerlo mediante una sentencia del TSJ, pero se impuso la tesis de dejarlo correr y mira tú el resultado.
– ¿Qué otros errores calculan han habido?
– Por ejemplo, la forma en la que se ha encarado la campaña, los poderes de voto que se utilizaron para impedir la candidatura de María Corina, la de Corina Yoris y hubo vetos adicionales. Que yo sepa, extraoficialmente claro, se vetaron a dos candidatos más.
Permitir que Edmundo compitiera es otro error de cálculo, la forma en que se ha desarrollado la campaña es muy rara por parte del oficialismo, el oficialismo usualmente crece en las campañas electorales, eso está históricamente registrado en las encuestas pero el crecimiento ha sido más o menos marginal, en sentido estadístico quiero decir; en esta oportunidad una campaña que persigue lo que hacen los candidatos, María Corina, Edmundo, es una campaña que no tiene la capacidad de soltar dinero en la calle como había ocurrido en el pasado, es decir, en efecto ha habido errores de cálculo.
Con todo esto lo que logran es reavivar la irritación, el malestar y las amenazas permanentes sobre la inhabilitación eventual de Edmundo o de las tarjetas, eso más bien incrementar el nivel de rechazo.
– Teniendo en cuenta el poco cumplimiento, o cumplimiento parcial, en el mejor de los casos, por parte del chavismo del acuerdo de Barbados ¿Qué rol deben tener las negociaciones y qué rol han tenido las negociaciones en este proceso?
– Las negociaciones fueron importantes para permitir, por ejemplo, la aceleración de la primaria, quizás ese sea el elemento fáctico, que pudo permitirle a la postre su desarrollo. Era el compromiso que había asumido el gobierno frente a actores internacionales, y no solo frente a la oposición, ahora he sostenido la idea de que en Venezuela conviene intentar estimular una transición negociada por dos razones que me parece que son de mucha importancia académica y política.
Las democracias resultantes de transiciones negociadas son más perdurables en el tiempo y son democracias de mayor calidad, ese hallazgo para mí fue muy importante porque no era un capricho por tanto que la oposición política insistiera en esa vía, ahora aquí viene el otro detalle: la negociación no va a avanzar en mi opinión de forma significativa hasta que no se produzca una situación límite, es decir, los actores del oficialismo en mi opinión no van a ser concesiones relevantes en la restitución de garantías y eventualmente en el retiro del poder; si no se produce una situación límite, esa situación límite es la que va a plantear la elección presidencial el 28 de julio.
Una victoria holgada de Edmundo, por ejemplo, que en mi opinión debería estar contenida entre 6 y 10 puntos porcentuales. Si eso se produce, ¿cuál es el efecto político práctico?
– ¿Cuál es el efecto político que esto tiene?
– El efecto político práctico plantea unos dilemas estratégicos al régimen autoritario, el primero de ellos ¿Hacemos fraude o no?, una victoria holgada obviamente complica las posibilidades de que un cuadro de irregularidades severas de tipo electoral o un eventual fraude pueda ser cometido sin que tenga algún efecto, entonces eso es obviamente cada vez más difícil, mientras más abultada sea la brecha.
Con todo esto, lo que quiero decir es que la negociación no va a avanzar hasta la elección presidencial, en mi opinión.
Se tiene la idea de que, por ejemplo, una coyuntura electoral tiene el efecto de producir un inmediato quiebre y por tanto vamos a un desmantelamiento automático del régimen autoritario, esto no ocurre así, es decir, la experiencia comparada sugiere que eso no ocurre así.
Por lo regular hay una negociación acerca de los términos en los cuales se produce la transición, y sí, en mi propia investigación, que ya cumple 10 años este año, se llega rápidamente a la conclusión de que el factor político más importante son divisiones o fracturas al interior de la coalición dominante, hay un primer antecedente de relevancia en Venezuela, el caso de El Aissami.
Extraoficialmente lo que se dice es que se perdió un dinero de 23 mil millones, pero una contabilidad sacada por transparencia benefició 16 mil millones, el dinero que se pierde en parta está asociado a su eventual uso en una campaña electoral presidencial para la cual aparentemente se estaba preparando El Aissami, repito, según esta información extraoficial. Es decir, estaba pensando en el lanzamiento de su candidatura presidencial. Si eso fuese cierto, es una señal bastamente elocuente de una posible fractura interna.
– ¿Qué rol están cumpliendo la presión doméstica e internacional en este proceso? ¿Están creando unas condiciones necesarias para una transición?
– Sin duda hay mucha presión internacional en muchos de los episodios exitosos de democratización, pero si me preguntaras uno opinión muy personal, creo que las variables domésticas son las verdaderamente decisivas (…) Tengo muchos años diciendo, la oposición no se puede apartar del cambio electoral, pero por tres razones básicas, que eran bastante fáciles de entender hace mucho tiempo.
Cuando tú dejas de participar en una coyuntura electoral, a sabiendas de que no hay elecciones libres y competitivas en un régimen autoritario hegemónico como el venezolano, cuando tú dejas de participar dejas de desarrollar capacidades organizativas, pierdes capacidades de movilización colectiva, pierdes incluso conexión con la sociedad, entonces era claro que cada vez que tú dejabas de participar no solo que le dejabas el terreno libre al oficialismo, sino condiciones.
– ¿Eso fue otro de los efectos de la primaria?
– Sí, aunque ya eso había ocurrido, es decir, esa conexión de una parte del país con la elección, con una coyuntura electoral había ocurrido en las elecciones del año 2021 y finalmente con el caso de Barinas en el 2022.
– ¿Qué elementos fueron fundamentales para asegurar esa victoria tan estruendosa en la repetición de las elecciones? ¿Y en qué se asemejan las elecciones de Barinas con las presidenciales del 28 de julio?
– En el caso de Barinas convergen varias cosas, primero la propia sentencia del TSJ admite que Superlano no gana, es decir, la propia sentencia dice que él obtiene más votos que Argenis Chávez, que es una cosa muy curiosa, pero era muy curioso que se admitiera en la sentencia que en efecto había obtenido más votos que Argenis Chávez, la misma sentencia que lo termina inhabilitando, y eso terminó de irritar mucho más a la población de Barinas en la repetición, se registra un incremento de la participación electoral de los barineses es un dato muy importante porque efectivamente se utiliza un episodio de inhabilitación entre otras cosas para denunciar el atropello y se le propone un CallToAction a la gente, frente al atropello.
¿Qué opción estratégica te queda? Movilizarte con más fuerza, eso es lo que se hizo en Barinas, elemento vital. En Barinas rápidamente los líderes de oposición se pusieron de acuerdo, rápidamente hubo un escarceo con la posibilidad de que la candidatura fuese la señora de la esposa y también se testeó la posibilidad de que Julio César Reyes fuese candidato y ambos fueron inhabilitados al instante.
¿Cuál es la respuesta estratégica que puede llegar a ser más eficaz a la postre? Insistir en la ruta electoral, yo estuve en Barinas haciendo algunos estudios y en efecto se podía verificar el nivel de irritación de la gente por tanto el acierto tiene que ver por un lado con la coordinación estratégica del liderazgo nacional, cosa que no siempre ocurre y por otro lado con la insistencia en el camino, de hecho se utiliza el atropello para irritar más a la gente, para motivarla a ir a votar, porque es que la rabia es un movilizador.
Sin embargo, hay que saber canalizar bien la rabia, si hay rabia hay que reconducirla. Si usted deja a la rabia seguir sola puede haber violencia política o social, eso no conviene.
– Uno no se lo espera en el contexto de censura que estamos viviendo y hemos visto que Televen y Venevisión cada vez mostrando más la campaña, entrevistar a figuras de la plataforma unitaria, incluso cubrir campañas de María Corina Machado, ¿pueden ser esos símbolos o guiños desde el sector mediático de que quizás una transición en proceso?
– En palabras del maestro Juan Lynch, hay cuatro señales muy importantes de crisis de legitimidad profunda de un régimen autoritario, la primera es que aumenta el número de socios insatisfechos dentro de la coalición dominante, la segunda es cada vez más costoso para la coalición dominante violar garantías sin que yo tengo efecto, sí, es el punto del que estamos hablando. El tercero es que incrementa, se incrementa en los umbrales de movilización política y social, y el cuarto se basa en que los costos de la represión se incrementen.
Por el clima de opinión que se vive hoy en Venezuela, dice bueno, ahora es inevitable la transición, y no, ninguna transición es inevitable, seamos sinceros, lo que hay es una gran oportunidad, la mejor oportunidad que ha venido en 25 años.
Lo que está ocurriendo, es decir, que unos medios tan presionados como los canales de televisión de señal abierta como el caso de Venevisión estén ya atreviéndose, no solo a cubrir la campaña que puede ser más fácil de justificar, sino que hacer un reportaje sobre las señoras de las empanadas, eso habla obviamente de una lectura interna del canal, por supuesto puede estarse percibiendo que nos aproximamos a una transición.
– ¿Son suficientes los testigos de mesa para evitar una situación así? ¿Qué otras cuestiones pueden asegurarle a la oposición que se respete la integridad del voto?
– Efectivamente la elección del año 2017, la de octubre, la elección de gobernadores, siendo el único caso documentado de verdadero fraude en el sentido politológico de la expresión (…) Hace falta una operación de soporte a los testigos y miembros de mesa, no solo el cachito y el jugo o café, sino el soporte que se requiere, tampoco es solamente la asistencia legal digamos de abogados que están familiarizados con la materia electoral, se requiere un soporte ciudadano, es decir, la gran señal que hay que dar desde muy temprano en la mañana del día de la elección presidencial el 28 de julio, es que la gente esté dispuesta a defender los votos y eso tiene una traducción muy concreta en mi opinión, si Venezuela reúne alrededor de dos, tres millones de personas o una cifra cercana a esa meta de venezolanos que se quedan en el centro de votación para vigilar el proceso que no equivale a otra cosa que aumenta costos de la represión de la eventual represión y de eventuales irregularidades y hasta un potencial fraude.
Si eso ocurre obviamente el régimen autoritario venezolano lo va a tener más cuesta arriba. Porque el dilema que esto plantea, así como existe el dilema de bueno, hacemos irregularidades, cometemos irregularidades severas índole electoral, intentamos un fraude, existe otro dilema que reprimimos masivamente ¿O no?
No basta con testigos y miembros de mesa, aunque ellos son imprescindibles, sin duda no basta con la operación logística de soporte adicional que eleve por un lado los niveles de seguridad con los que ellos van a contar para hacer su trabajo en la elección del 28 de julio, se pueden presentar colectivos violentos puede haber provocaciones, puede haber intentos de desalojo de testigos y miembros de mesa.
– ¿Cómo intenta evitarse eso con una presencia masiva de los ciudadanos en los centros electorales?
– Yo lo he sugerido en privado y en público, se sabe que en Barinas además de esa operación de tener un contingente de ciudadanos que vigilaran el proceso, se sabe que hubo adicionalmente un contingente de comunicadores y de ciudadanos grabando las incidencias en los centros de votación. Eso puede ayudar. Esa puede ser una forma de monitorear y documentar el proceso. Y la observación electoral internacional considerando que el Centro Carter confirmó estar presente, el cual tiene mucha experiencia en las elecciones venezolanas y asegurar resultados más limpios.
El aseguramiento no depende de un observador internacional. El aseguramiento de la limpieza, la transparencia de una elección, sabemos que esta no va a ser una elección libre, competitiva, justa, imparcial e internacionalmente verificable como Dios manda. Esta es una elección, en el mejor de los casos, semicompetitiva. Es decir, esta puede ser una de las elecciones más sucias que se hayan presentado en los 25 años en Venezuela.
– ¿Existe realmente la posibilidad de que las elecciones se suspendan o pospongan como se ha discutido en días recientes?
– Me lo figuro como un escenario, lo que creo es que si eso ocurre va a ser más cotoso para el gobierno y eso me pregunto, ¿Le dará alguna garantía de que en la próxima fecha pueda obtener un mejor resultado? Yo soy de los que piensan que si el gobierno prolonga más o posterga la fecha, como ocurrió en Barinas, el resultado va a ser peor.
– Además de que una suspensión elimina la posibilidad de algún tipo de legitimidad electoral que ha sido tan importante para el chavismo y para las fuerzas políticas de este país históricamente.
– Sí, y es un punto de mucha importancia analítica y política porque en el pasado, el chavismo cree que la democracia consiste esencialmente en legitimación de origen. Y sin reparar con demasiado cuidado las condiciones en las que se presenta la consulta electoral, entonces este es un error de partida muy severo.
La democracia involucra legitimidad de origen y legitimidad de desempeño, si no hay legitimidad por desempeño, es decir, si usted es electo en una elección no competitiva y de paso que ya plantea serios problemas de legitimación de origen y de paso se comporta como antidemocrático pero usted en efecto no puede gozar de legitimación democrática. Entonces tu punto es muy importante porque si, en efecto se intenta postergar la elección, esto va a socavar mucho más en mi opinión esas bases de respaldo que le quedan al chavismo.
– Los costos hoy en día son más altos, los costos de permanencia del gobierno si desconociese los resultados o intentase hacer un fraude masivo como el de Marcos en 1986 en Filipinas que los de una transición negociada
– Sí, claro. Es decir, si se produjera la negociación con motivo de la presidencial, esos costos de salida obviamente serían mucho menores que los costos de salida correspondientes a una fecha anterior.
Respecto a los costos de permanencia, mientras más tú alteres el fundamento de la legitimación de las autoridades, obviamente los costos de pertenencia incrementan. El riesgo que corre el Gobierno, si acaso implementara ese escenario, llevaría a fracturar la coalición dominante que es la expresión más aguda y quizás más seria para un régimen autoritario.
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