José Gregorio Martínez, quien habita en Caja Seca, municipio Sucre del estado Zulia, tiene una venta de repuestos en Nueva Bolivia, municipio Tulio Febres Cordero del estado Mérida, pero desde este lunes 22, de junio, no pudo pasar con normalidad por el paso peatonal del puente sobre el río Torondoy, que comunica a ambos estados.
El hombre describió que del lado merideño los militares del puesto Quebrandón, adscritos a la Guardia Nacional (GN), colocaron la barricada de efectivos durante la mañana del primer día de la cuarentena radical que se extendió a diez estados del país, debido al aumento de los contagiados con coronavirus en Venezuela.
Martínez aseguró que cientos de vehículos y motocicletas fueron paralizados. «Esto es una situación muy difícil porque la vida comercial nuestra depende del lugar donde tengamos nuestros establecimientos», cuenta el hombre quien durante varias horas estuvo varado sin poder comprar comida ni medicinas, a pesar de que el gobierno de Nicolás Maduro exceptuó a los municipios del Sur del Lago de la restricción entre parroquias y estados.
Ya en horas de la tarde del mismo lunes los militares, ante la molestia que generó la medida, decidieron comenzar a «flexibilizar» el paso de civiles por la carretera Panamericana que une al Zulia con los territorios del eje andino.
Otros lugareños del municipio Sucre, consultados por El Pitazo, indicaron que el puesto de control militar se mantiene durante la semana que corresponde a los siete días de cuarentena, aunque desde allí no impiden el paso, como ocurrió a inicios de semana, sino que de manera controlada, verifican la salida o entrada de personas que ingresan al estado Mérida por el eje carretero.
«Le preguntan a todas las personas a dónde se dirigen y qué van a hacer del lado del Zulia o de Mérida. Vigilan el interior de los vehículos, supervisan los salvoconductos y si la gente posee los tapabocas», advierte una dama que no quiso dar su nombre y que aportó los datos vía telefónica este martes, 23 de junio.
Esta medida se tomó el día en la que municipios de diez estados del país debían extremar la contención del virus, pero donde ni Mérida ni los municipios surlaguenses en Zulia entraban en lo que la vicepresidenta de Nicolás Maduro, Delcy Eloina Rodríguez, anunció como una radicalización de la cuarentena que cumple 100 días en el país.
«Aquí el problema no es el virus sino el hambre que pasamos los venezolanos. Todo es más costoso cada día y sin poder trabajar porque no nos permiten. No debería ser como lo manejan los militares», se quejó Rufo Méndez, quien habita en Nueva Bolivia.
En Caja Seca hay un sólo caso positivo de coronavirus y la paciente está aislada en el Centro de Diagnóstico Integral del sector Santa Cruz. En los otros tres puntos de acceso entre Zulia y Mérida, ubicados en las carreteras Santa Bárbara-El Vigía, así como en la vía Cuatro Esquinas-Guayabones y Los Naranjos, se mantiene el paso controlado de personas.
El único punto donde el salvoconducto es obligatorio para circular de un lado a otro, es en los puestos ubicados entre el municipio Jesús María Semprum de Zulia y La Fría, que corresponde al municipio García de Hevia del estado Táchira, que sí está restringido por el elevado índice de contagios de COVID-19.
El Pitazo