En el marco del inicio del año escolar 2025-2026, el profesor universitario Tulio Ramírez alertó sobre el deterioro de la carrera docente en Venezuela y la falta de incentivos para atraer nuevos profesionales a la educación. “el panorama es un poco complicado porque mientras no se resuelva el salario de los docentes, pues difícilmente podemos atraer a estos jóvenes bachilleres a que estudien la carrera docente”, afirmó en entrevista para Primera Página.
Ramírez advirtió que la matrícula en nueve institutos pedagógicos, sin nombrar, ha caído drásticamente: “En el 2008 había 116.000 estudiantes, en 2022 no llegaban a 30.000”. Según sus proyecciones, de mantenerse esta tendencia, “no se va a graduar nadie” en educación para el año 2030. Además, denunció que la trayectoria profesional no ofrece mejoras salariales reales: “El docente 1 y el docente 6 prácticamente reciben el mismo salario […] se logra una cosa muy perversa que es la igualación por debajo”.
El especialista subrayó que el sueldo docente no permite cubrir gastos esenciales, ni siquiera sumando los bonos: “El docente se ve obligado a migrar a otro trabajo o a combinar el aula con otra actividad”. Esta precariedad ha generado fenómenos como el “horario mosaico”, que limita la jornada escolar y traslada la responsabilidad educativa a las familias: “No todos los hogares tienen capacidad para resolver la ausencia del maestro… ¿cómo ayuda una madre con los polinomios de tercer año?”
Ramírez lamentó que muchos docentes activos cursan posgrados no para mejorar su práctica, sino para salir del aula. “La carrera docente dejó de ser atractiva, no hay meritocracia en los ascensos ni reconocimiento de trayectoria”, explicó. También alertó sobre el impacto en la calidad educativa: “Habrá voluntarios, pero no profesionales y eso afecta directamente el aprendizaje”.
Política de estado educativa en medio de tensiones
El profesor propuso convocar a todos los sectores, academia, gremios, empresarios y universidades, para diseñar una política educativa nacional a largo plazo: “Establecer políticas de Estado sobre lo que se desea para la educación venezolana en los próximos 25 años, independientemente del gobierno que esté”. Para Ramírez, el país necesita “un acuerdo nacional que trascienda coyunturas”.
Sobre el ambiente político, Ramírez expresó preocupación por las tensiones diplomáticas y su impacto en el aula: “Ya vivir con esa crispación de nervios cotidiana no es una forma normal de vida. De tal manera que mis deseos es que esto se solucione y lo más pronto posible para que el país sosegadamente retome o tome el camino hacia el progreso”.
NAM/Nilson Ramírez/Pasante/Monitoreo
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