En una de nuestras actividades recibí una carta con un dibujo de una niña “Edmundo, Venezuela te quiere mucho. Sabemos que vas a ganar. Gracias Edmundo” En ese gesto, vi reflejados los sueños y las esperanzas de tantos venezolanos que merecen un futuro mejor.
Esta pequeña carta me recordó por qué estamos aquí, luchando cada día por un país donde la dignidad, la justicia y las oportunidades sean una realidad para todos. Es un recordatorio de que nuestras acciones y nuestras decisiones impactan directamente en las vidas de los demás. ¡Seguimos con mucho ánimo!
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