Ricardo Ríos, presidente de la firma Poder & Estrategia, cree que el Vicepresidente del Psuv viajó a Cuba para negociar el apoyo a un mandatario que se encuentra políticamente en sus horas más bajas.
Diosdado Cabello es para muchos expertos en la revolución, guste o no, el “hombre fuerte del gobierno”, muy a pesar de que no ostente un cargo de alto rango en el organigrama del poder Ejecutivo y solo sea un diputado del parlamento y vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela, la realidad es que desde su programa Con el mazo dando, asume un rol vertical, visceral y todopoderoso sobre los dictámenes del partido/gobierno.
Con la caída en desgracia de Tarek El Aissami como brazo derecho del presidente Nicolás Maduro su participación en las decisiones y lineamientos recuperaron la fuerza que en algún momento perdió. Su más reciente visita a La Habana, Cuba, donde se reunió con Miguel Díaz Canel, heredero del poder de los hermanos Castro, ofrece lecturas sobre lo que podría venir en el escenario político venezolano.
Ricardo Ríos, presidente de la firma Poder & Estrategia, cree que Cabello, quien en alianza con los hermanos Delcy y Jorge Rodríguez logró hundir a El Aissami, recuperó un poder que Maduro en su momento supo reducir y eso se debe a dos factores: la caída del exministro de Energía y la importancia que tiene la recaudación de impuestos por el desplome del ingreso petrolero, lo que revitaliza el papel del Seniat, búnker de Cabello desde 24 años.
Para Ríos, la perdida de fronteras entre el partido/Estado y Gobierno es un territorio propicio para el realce de vectores de poder y Diosdado lo demuestra en su más reciente visita a Cuba.
Tiene tanto poder que solo siendo diputado representa a la República a pesar que no está delegado para eso, a tal punto que firmó un acuerdo para el depósito de almacenamiento de gasolina en Cuba”.
¿Y qué le da semejante potestad?, se pregunta Ríos. “Esto es porque también controla Petróleos de Venezuela, donde tiene a Pedro Tellechea, oficial del Ejército y hombre de Diosdado, Es decir, que Diosdado controla el Seniat, Pdvsa y ser jefe operativo real del partido, le da muchísimo poder”.
Debilidad creciente
Pero no siempre fue así. De hecho, Maduro siempre tuvo como principal fortaleza su vínculo directo con la Habana, desde donde se mueven los hilos de la revolución. “Llama mucho la atención que Cabello, quien no tiene una relación fluida con los cubanos haya viajado a la isla”, afirma Ríos, quien en el terreno de la especulación piensa que esa visita fue para negociar el apoyo de Diosdado a un Maduro que cuenta hoy con apenas 7 por ciento de apoyo en las encuestas.
Una candidatura con tantas limitaciones luce inviable, comenta el presidente de Poder & Estrategia. “Lo que vienen son unas elecciones ‘a la nicaraguense’, con inhabilitaciones, con acciones que desmovilicen al electorado, con un CNE espantavotos. Por eso esa decisión de colocarle el nombre de Tibisay Lucena, porque ellos saben bien que es una referencia negativa para los electores opositores”.
¿Y qué tiene que ver Diosdado y su visita a Cuba? Que la viabilidad de construir ese escenario es con la unificación de los principales factores de poder del gobierno.
Lo más probable es que fuera a negociar cuál iba a ser su rol en el próximo periodo de gobierno y seguramente de allí salieron algunos acuerdos y por eso, el viernes, en el acto en Miraflores, Maduro dice que está llegando Cabello con buenos acuerdos y le hace la pregunta: “Diosdado, ¿hay elecciones este año?».
versionfinal
Tu opinión es importante para nosotros, déjanos tu comentario y síguenos en Instagram, Twitter, Facebook y YouTube recibe de inmediato los hechos noticiosos y análisis tal como están ocurriendo con nuestro grupo de WhatsApp