¿Qué? ¿Y tú eres la que va a volar el avión? ¿Y mujer? No, tú no puedes, tú eres una niña…
Lorllys Andrea Palacios Capina ahora se ríe al contar el episodio, pero hace 5 años, cuando aquel señor de edad la increpó al embarcarse en el avión, se contrajo. Ella, en sus inicios en Conviasa, tenía 22 años, y se encontraba en la cabina de un Embraer E190 como copiloto, reseña Crónicas de Chile.
“El señor no creía que siendo mujer y tan joven podía volar el avión”, recuerda en un video de la Agencia Venezolana de Noticias. La anécdota termina con el mismo personaje disculpándose y felicitándola por su profesionalidad.
Cinco años después, a sus 27, Palacios Capina es la mujer (capitana) más joven en certificarse como piloto en Latinoamérica.
En septiembre, cumplió el sueño de estar al frente del timón de un avión comercial, específicamente del Embraer E190, uno de los más avanzados y modernos del mundo con capacidad para 100 pasajeros, según una nota difundida por RCN.
Lo ha logrado luego de culminar con éxito en septiembre pasado, una exigente prueba en Finlandia a bordo de un simulador de la empresa brasileña, que la certificó como piloto de aviones de última generación, siendo la mujer más joven de América Latina en hacerlo.
La preparación
Esta meta no ha sido producto de la casualidad, sino de años de estudio, trabajo y, sobre todo, muchos sueños y anhelos, influenciada por su historial familiar. Su padre es piloto comercial, con experiencia como piloto de combate y su madre, es integrante de la Fuerza aérea venezolana.
“A los siete años tuve la oportunidad de montarme en una cabina con mi papá y dije que quería hacer esto. En ese momento quería ser mi papá, fue una de las cosas que más me impresionó en mi vida. Mis tías son tripulantes de cabina, otros primos son ingenieros aeronáuticos, despachadores de vuelo, todos tenemos un poquito de la aviación”, relató.
En principio, a pesar de ser la aviación su gran pasión, coqueteó con la carrera de Ciencias Políticas, cursándola por tres semestres en la Universidad Central de Venezuela.
Sin embargo, llamada por las alturas, ingresó con tan solo 17 años al Centro de Instrucción de Aeronáutica Civil ubicado en Maracay, al centro de Venezuela, donde además tuvo que trabajar arduamente para romper paradigmas de género.
Allí eran 17 hombres y solo tres mujeres (…) creo que esas son barreras y paradigmas de los que estamos saliendo con ejemplos como el mío”, destacó Palacios.
En este centro vuela su primer aparato, un Cessna 150, una pequeña aeronave en el que solo caben dos personas.
Pocos años después, ya graduada como Piloto Comercial, ingresa al Consorcio Venezolano de Industrias Aeronáuticas y Servicios Aéreos S.A. (Conviasa), la aerolínea estatal venezolana, empresa que posteriormente la postula para iniciar el entrenamiento como primer oficial o copiloto.
Fue un salto bastante grande, venía de volar un Cessna 182RG que solo es de cuatro pasajeros. Fue bastante la presión, porque era una de las más jóvenes, tenía 22 años, y además la única mujer que había ido al curso de Embraer (…) Hubo momentos que llegué a sentir que no podía”.
No obstante, los resultados exitosos fueron arándole al camino para volar como primer oficial del Embraer 190 y en menos de una década, Conviasa le da una su gran oportunidad.
Me seleccionaron para ir al simulador como Capitán. Tenía mucha más presión, porque si cumplía esta meta, iba a ser la primera mujer más joven en volar un equipo de última generación en mi país e incluso en Latinoamérica. Creo que esto es un ejemplo importante, con estudio, trabajo y creer en uno mismo podemos lograr las metas”, destacó.
Primer vuelo
Andrea Palacios ha realizado su primer vuelo como capitán de Conviasa, cumpliendo la ruta Caracas- Panamá- Nicaragua. “Lo que pasó por mi mente fue mucha emoción, decir: ¡Sí pude!”, exclamó.
La capitán de avión más joven de América Latina, adelanta que se quedará en Venezuela para seguir cosechando éxitos y aspira próximamente compartir sus conocimientos como instructora.
A pesar de las crisis de su país, Andrea Palacios ha sabido sortear los obstáculos y se convierte en patrón a seguir para muchos de sus compatriotas, tanto para los que se han quedado como para los millones que han emigrado.
Mi mensaje para los venezolanos, es que no importa le entorno en el que nos encontremos, lo importante es que creamos que podemos cumplir nuestros sueños. Los venezolanos somos inteligentes, trabajadores, luchadores, somos personas buenas y eso es lo que hay que tenemos que destacar en este momento”, concluyó.