A una semana de que concluya una nueva fase de los diálogos de paz entre la guerrilla y el Gobierno de Colombia en México, el comandante del Ejército de Liberación Nacional (ELN), Pablo Beltrán, habla en una entrevista con EFE sobre las expectativas generadas de un alto el fuego y las relaciones de confianza con el gobierno del presidente colombiano, Gustavo Petro.
Beltrán, de 69 años, habla pausado mientras disfruta del primer café del día en la sede de las conversaciones en el sur de Ciudad de México.
-¿Qué significa estar negociando como la última guerrilla en armas de América Latina?
Una responsabilidad muy grande. Varias partes de América e incluso otras partes del mundo dicen: Ojo, hagan bien las cosas. Tenemos muchas miradas encima. Hay un famoso escritor nacional, William Ospina, que dice que se volvió costumbre en Colombia que la paz se redujo a desmovilizar a una guerrilla, echarle la culpa de todo lo que pasó, y nada cambia. No repetir ese guión es un reto muy importante.
-¿Y el hecho de negociar con el primer gobierno de izquierdas en Colombia? ¿Lo hace más sencillo o más complejo?
Inédita, porque es una mezcla. Ellos son un gobierno progresista con el que tenemos muchas coincidencias en los términos y la urgencia y la prioridad de buscar la paz. Pero, a su vez, representan un estado en el que todavía muchos elementos del viejo régimen pesan mucho. Es una mixtura. Y tratar con ese tipo de delegación es más exigente.
Hay temas en los que ellos mismos tienen contradicciones, y se da uno cuenta que tienen un nivel de resolución bajo. Por eso me imagino yo que la jefatura de la delegación del gobierno le tocará tirar una línea media y esa es la que lleva la mesa.
Lo que parece claro es el diferente nivel de urgencia, de prisa de las partes. Más paciencia en el lado del ELN, más celeridad en el lado del gobierno. ¿Cómo afecta esta cuestión a los diálogos?
Hay una frase muy simple que resume lo que guía esta desincronía del tiempo. Hay que actuar con celeridad pero con rigurosidad. A veces, el gobierno tiene las prisas de todo gobierno. Apenas tiene un reloj de cuatro años. Pero resulta que, además, en la transición que vive Colombia, el gobierno está urgido de mostrar resultados, y los sectores digamos menos amigos de los cambios, están urgidos de no dejarlos avanzar. Es un pulso que impacta a la mesa.
“Hemos elevado los niveles de confianza”
-¿Ya se han aliviado las tensiones acerca del famoso tuit del presidente Petro de que se había acordado un alto el fuego bilateral, desmentido por el ELN?
Sí, hablamos, y le dijimos que el ELN cumple lo que acuerda y firma. En lo que nosotros no hayamos discutido y acordado, no nos cubre. Hay un conjunto de acuerdos que hay que cumplir. Esa primera crisis sirvió y hemos elevado los niveles de confianza.
-¿Puede salir un alto al fuego en las conversaciones de México?
El alto al fuego tiene un gran problema. Primero, el arte está en decir qué se prohíbe y que no. Tenemos una coincidencia en que esto tiene que ser una transición. Vamos probando de que vamos cumpliendo, y vamos construyendo confianza. Aspiramos a que en este ciclo de México por lo menos podamos zurcir la esencia de qué es el cese al fuego. No ya un acuerdo, pero sí la idea de que cada parte ponga sobre la mesa cuáles son los elementos esenciales, y sobre eso tener un primer paquete de consensos.
-Entonces, el ritmo es todavía pausado.
(Sonrisas) Para que quede bien hecho.
-Esta semana ha salido un informe de la policía colombiana alertando sobre la posibilidad de ataques del ELN.
Eso es una mala jugada. Ya sabemos quién la difundió, ahora estamos mirando quién lo hizo. Tomaron un documento que sí son de orientaciones internas, y a eso entresacaron elementos y le agregaron otras cosas escabrosas. Y con eso hicieron un amasijo que están vendiendo. Eso es muy de costumbre de ciertos organismos de inteligencia colombiana. Les he dicho en la mesa: eso es crear pánico. Tengan cuidado con eso.
-¿Y cuál es el objetivo?¿Sabotear?
Por supuesto. Crear mal ambiente en la mesa. En Colombia se acuñó un término en uno de los primeros procesos de paz. Se decía que siempre hay enemigos agazapados en la mesa.
Pronta liberación del soldado Danilo Bravo
-En la ronda de Caracas se acordaron los alivios humanitarios, ¿exactamente qué son y cómo se han concretado?
Las negociaciones de paz no pueden esperar a que se finalicen para darle un resultado a la gente. Estamos trabajando sobre la base de acuerdos parciales que lleven alivio a la gente y se implemente inmediatamente. Se hizo una caravana humanitaria en el Pacífico.
Se está tratando de establecer un mecanismo de alerta humanitaria. Líderes de la zona, representantes de la Iglesia y representante de las comunidad internacional y tendrían comunicación con las fuerzas que hay en la zona. No es un cese, pero sí es un mecanismo para aliviar la vida y el trabajo de la gente mientras que hay un cese. La idea es llevarlo a otras regiones. Queremos hacer bien este punto piloto para poderlo replicarlo en otras partes.
-Durante estos días fue secuestrado en Arauca el soldado Danilo Bravo, algo que el presidente Petro calificó como un acto que entorpece las conversaciones.
Nosotros hemos hablado con la delegación del gobierno. Les hemos explicado que es costumbre nuestra que personal de las fuerzas militares que esté de civil, haciendo labores de espionaje, lo detenemos. Se le hace interrogatorios, es una retención breve y se llama a una comisión humanitaria y se les entrega. Eso lo hemos hecho miles de veces. Eso significa un respeto a la vida de las personas, pero a la vez tenemos que tomar medidas de defensa. Pronto va a ser liberado.
-Usted ha dicho que el ELN no va a tomar medidas ofensivas. ¿Eso está garantizado?
Nosotros no tenemos ningún afán ofensivo en este momento. Habrá cosas defensivas donde sea necesario.
Salida de lista de grupos terroristas de la UE
-¿La salida del ELN de la lista de grupos terroristas de la Unión Europea se ha conversado, ahora que España también participa como país acompañante?
Ya colocamos sobre la mesa este punto.Y quedaron de buscar respuesta. Es muy importante que España ahora a mitad de año comienza a presidir la UE, y pensamos que queda en buenas manos la solicitud. Para nosotros es muy importante que no estemos en esa lista.
-¿Cuáles son las expectativas del fin del ciclo de conversaciones de México?
Tenemos la determinación de que la mesa avance pese a los enemigos agazapados, pero también siendo conscientes de que el gobierno está bajo fuego por muchas situaciones, es un gobierno de transición, por decirlo así, y eso impone unos impactos a la mesa. Si mantiene la decisión y la voluntad política, creo que se puede llegar a un buen acuerdo con este gobierno.
Por: Agencia
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