Una serie de alertas sobre medicamentos falsificados que se venden en farmacias venezolanas ha revelado cómo esta economía ilícita está creciendo gracias a redes delictivas que se han aprovechado de la actual crisis sanitaria de Venezuela.
En lo que va de 2023, el Instituto Nacional de Higiene «Rafael Rangel» (INHRR) de Venezuela ha emitido seis alertas sobre productos médicos falsificados en todo el país.
La más reciente se produjo a finales de octubre. En ella se advertía de la venta de un medicamento falsificado para el tratamiento del cáncer, presuntamente adquirido a un distribuidor farmacéutico de Colombia.
La primera alerta, en marzo, señalaba la venta de un tratamiento contra el cáncer de mama que puede costar 1.800 dólares en farmacias privadas de Venezuela.
Por su parte, el director del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (CICPC) de Venezuela, Douglas Rico, publicó en julio un mensaje en Instagram en el que recomendaba a la población tomar precauciones ante la circulación de medicamentos falsos.
« Eviten comprar medicamentos a personas que no sean de confianza. Adquiérelos en farmacias de confianza», indicó el funcionario.
Las advertencias de las autoridades sobre falsificaciones de tratamientos oncológicos, soluciones intravenosas, jarabes para niños y pomadas, entre otros productos médicos, han aumentado considerablemente en comparación con 2022, cuando solo se publicó una alerta.
Esta economía ilegal alcanzó su punto máximo entre 2017 y 2018, cuando el 80% de los medicamentos experimentaron escasez, según un informe de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Venezuela vive una crisis generalizada de salud pública desde mediados de 2016. La capacidad del sistema sanitario para atender a los pacientes se ha reducido en un 70% desde entonces.
Esto ha empujado a millones de personas que padecen enfermedades y dolencias crónicas a buscar los medicamentos y fármacos que necesitan en la economía informal, lo que ha contribuido al crecimiento de un mercado de medicamentos falsificados.
¿De dónde surgen y cómo entran en Venezuela?
De acuerdo con un representante de una cámara de comercio farmacéutica, que habló en condición de anonimato con el sitio web InSight Crime, los medicamentos falsificados que se comercializan en Venezuela provienen principalmente de Colombia.
«Los medicamentos falsificados entran a Venezuela principalmente por la frontera de Paraguachón, en el estado Zulia, donde se detectaron los seis lotes reportados por el Instituto Nacional de Higiene. Otra pequeña parte ingresa por el estado Táchira», señalaron.
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