Diez años más tarde y luego de un vergonzoso 2023, el equipo más exitoso de la historia del fútbol en Estados Unidos ha regresado a la cima. El LA Galaxy es el campeón de la Major League Soccer luego de derrotar 2-1 a NY Red Bulls en la MLS Cup la tarde del sábado en Carson, California.
Dos goles en los primeros 13 minutos, anotados por Joseph Paintsil y Dejan Joveljic, fueron suficientes para el Galaxy, que llega a seis campeonatos de la liga. Este de 2024 francamente no se esperaba y debe considerarse uno de los momentos más dulces para el club blanco, sobre todo al recordar penurias recientes, incluyendo el triste episodio cuando los fans anunciaron un boicot como protesta por la pésima marcha del club.
El Galaxy no levantaba la Copa MLS desde 2014, cuando Landon Donovan culminó su legendaria carrera. Fue el propio “Capitán América” quien llevó el bello trofeo a la cancha antes del inicio de la final.
Los Ángeles, que el mes pasado celebró el campeonato de los Dodgers en el béisbol al vencer a los New York Yankees, agrega otro título de ligas mayores ante otro club de Nueva York.
El LAFC se coronó monarca de la MLS por primera vez en 2022. El Galaxy se rezagó por años y años ante su exitoso vecino, pero en este 2024 la gloria es toda para ellos.
Un ingrediente especial de la final fue el cariño demostrado por compañeros y aficionados para el armador español Riqui Puig, ovacionado cada vez que fue mostrado en las pantallas y que jugó la final de la Conferecia Oeste a pesar de sufrir una lesión de rodilla. Puig fue levantado en hombros por sus compañeros al término del partido.
El mérito de este campeonato es compartido por la directiva, que hizo extraordinarios fichajes como los de Gabriel Pec y Paintsil; el cuerpo técnico, encabezado por un soberbio Greg Vanney, y por supuesto los jugadores. El Galaxy tuvo una campaña entera muy sólida y llena de goles, incluyendo 18 en los playoffs.
Arranque explosivo del LA Galaxy
El equipo de casa se adelantó a los 9 minutos cuando en una descolgada el ghanés Joseph Paintsil recibió un pase filtrado del uruguayo Gastón Brugman y su remate suave de derecha se le fue por debajo del cuerpo al arquero Carlos Coronel. Aunque el tiro era franco, el portero debió atajar.
Y apenas cuatro minutos después cayó el 2-0. Tras un despeje del portero John McCarthy que fue rechazado por la media cancha, Mark Delgado habilitó de primera al serbio Dejan Joveljic. El autor del gol que puso al Galaxy en la final se adentró en el área rodeado de cuatro defensores, alcanzando a puntear de izquierda para meter una pelota lenta pegada al poste.
Todo era fiesta en el Dignity Health Sports Park, emblemático escenario de la MLS que no recibía una final de la liga en 10 años. Incluso el Galaxy siguió teniendo facilidades de la zaga visitante y se sentía que los blancos podían liquidar el partido en los primeros 20 minutos del juego. Sin embargo, vino la reacción de los Red Bulls.
Fue en una jugada a balón parado, la gran debilidad del Galaxy en la campaña, donde se generó el gol del descuento a los 28′. Una pelota quedó rebotando en el corazón del área tras un tiro de esquina y el defensa Sean Nealis se acomodó con el pecho para luego rematar de volea, sacudiendo las redes a pesar de la estirada de McCarthy.
Luego del descuido defensivo del Galaxy, el partido se emparejó y la primera mitad acabó con marcador de 2-1.
El poste salva a ambos equipos en el segundo tiempo
Con el inicio de la segunda parte en una tarde perfecta en el sur de California se elevó el nerviosismo en el estadio. El Galaxy acariciaba su primera corona en diez años, mientras el Red Bulls soñaba con su primera, contando la primera etapa del club como NY/NJ MetroStars.
El lateral japonés Miki Yamane sacudió el palo con su tiro de derecha enfrente de la barra brava del Galaxy a los 64 minutos. A los 72′ hubo peligro serio en ambas puertas, primero cuando el remate del brasileño Gabriel Pec en el área fue atajado por el arquero, y de inmediato con el contragolpe de los Red Bulls, el cual fue concluido con buen remate del capitán Emil Forsberg. La pelota del sueco besó el poste en lo que estuvo a punto de ser el empate.
Los seis minutos de tiempo agregado fueron dramáticos y un poco caóticos, sobre todo cuando un silbatazo del árbitro central Guido Gonzáles Jr. tras una colisión en el área del Galaxy fue confundida por el final del partido. La cancha fue invadida y los efectos especiales fueron accionados en el estadio. Pero la final no había concluido.
Dos minutos antes, Red Bulls tuvo su última gran oportunidad. Un excelente centro al área no pudo ser rematado de cabeza por Forsberg y luego un remate de Cory Burke dentro del área fue tapado por la defensa angelina, que se batió en esos últimos instantes para preservar la ventaja y sellar el campeonato.
El Galaxy alineó en esta final con John McCarthy; Miki Yamane, Maya Yoshida (C), John Nelson y Emiro Garcés; Gastón Brugman (M. Reus, 75), Mark Delgado y Edwin Cerrillo; Gabriel Pec, Dejan Joveljic (D. Fagúndez, 78) y Joseph Paintsil (J. Neal, 94). DT: Greg Vanney.
Red Bulls lo hizo con Carlos Coronel; Sean Nealis, Noah Eile y Dylan Nealis (C. Burke, 84); John Tolkin, Peter Stroud (R. Donkor, 65), Daniel Edelman (W. Carmona (84) y Cameron Harper; Emil Forsberg, Lewis Morgan y Dante Vanzeir (E. Manoel, 65). DT: Sandro Schwarz.
NAM – La Opinión
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