El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, visitó este viernes la región de Texas devastada por las recientes inundaciones que, según cifras oficiales, dejaron al menos 120 fallecidos y más de 100 personas desaparecidas.
Durante una mesa redonda celebrada en el condado de Kerr, la zona más afectada por el desastre, Trump expresó su conmoción ante la magnitud del evento.“Nunca había visto algo así. He visto muchos huracanes y tornados, pero esto es terrible”, afirmó, acompañado por el gobernador Greg Abbott y autoridades locales.
La visita del mandatario se produce en medio de crecientes cuestionamientos a la respuesta de las autoridades estatales y locales durante la emergencia, así como a posibles fallos en los sistemas de alerta temprana que pudieron haber agravado la tragedia. Sin embargo, Trump evitó referirse directamente a estos señalamientos y optó por destacar el trabajo de los equipos de emergencia. “Han hecho un trabajo increíble, actuaron como verdaderos profesionales”.
La primera dama, Melania Trump, también formó parte del recorrido por la zona siniestrada y ofreció sus condolencias a los familiares de las víctimas. “Mientras lloramos esta tragedia impensable, encontramos consuelo al saber que Dios ha recibido a estas pequeñas niñas hermosas”, expresó, en referencia a las 27 niñas y jóvenes fallecidas que participaban en un campamento cristiano en la zona.
Las inundaciones se produjeron entre el 3 y el 4 de julio, tras intensas lluvias que provocaron desbordamientos repentinos en la región de Hill Country, al noroeste de San Antonio. Según el Servicio Nacional de Meteorología, se registraron precipitaciones de entre 12,7 y 27,9 centímetros en los condados de Kerr, Bandera, Tom Green y Kendall.
La tragedia dejó tras de sí decenas de desaparecidos, cientos de familias desplazadas y vastos daños materiales en varias comunidades rurales del estado.
NAM/Agencias
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