El accidente ocurrió en la laguna de Araçatiba, donde la estructura estaba siendo ensamblada para el evento Navidad Iluminada de Maricá. La estructura, de 56 metros, colapsó por un temporal, acabando con la vida de Vinícius dos Santos Abreu, de 21 años. Otros dos trabajadores del ensamblaje del árbol resultaron heridos
El municipio de Maricá, en el estado de Río de Janeiro, vive momentos de dolor tras el colapso de un árbol de Navidad flotante de 56 metros durante una tormenta el pasado 16 de diciembre, que acabó con la vida de un trabajador de solo 21 años.
El accidente ocurrió en la laguna de Araçatiba, donde la estructura estaba siendo ensamblada para el evento Navidad Iluminada de Maricá, dejando también a dos personas heridas.
La víctima mortal fue Vinícius dos Santos Abreu, un joven originario de Nova Iguaçu. Vinícius, conocido por su talento como tecladista y su participación activa en una iglesia evangélica, trabajaba en el montaje del árbol cuando las condiciones climáticas empeoraron.
A pesar de las alertas emitidas por la Defensa Civil, los trabajos continuaron hasta que la estructura se desplomó. El joven no logró escapar a tiempo y falleció antes de llegar al Hospital Conde Modesto Leal.
Otros dos trabajadores resultaron heridos y fueron trasladados al Hospital Municipal Dr. Ernesto Che Guevara. Uno de ellos ya fue dado de alta, según informó la Prefectura de Maricá.
Equipos de emergencia, incluyendo el Samu, la Defensa Civil, la Guardia Municipal, la Dirección de Tránsito y el Cuerpo de Bomberos, acudieron al lugar para rescatar a las víctimas.
La Policía Civil abrió una investigación para esclarecer las causas del accidente. Testigos están siendo interrogados y se ha convocado a peritos forenses para determinar si hubo negligencia en el manejo de las alertas meteorológicas.
Según reportes preliminares, la empresa encargada del montaje había comenzado a evacuar a los empleados tras la alerta de lluvia emitida a las 15:45 horas, pero el colapso ocurrió antes de que todos pudieran ser retirados.
El árbol, planeado como un símbolo festivo de Maricá, estaba programado para ser inaugurado el 18 de diciembre.
La estructura también incluiría un espectáculo de aguas danzantes y una terraza para los visitantes. Sin embargo, la tragedia ensombrece los preparativos y generado una profunda conmoción en la comunidad.
El ayuntamiento de Maricá emitió un comunicado lamentando el suceso, expresando su solidaridad con las familias afectadas y garantizando apoyo a las víctimas.
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