Catorce personas vivieron momentos de tensión durante la madrugada del domingo en el recinto ferial de Valdespartera, en Zaragoza. El incidente, que difícilmente borrarán de su memoria, ocurrió alrededor de la 1:30 de la madrugada, cuando una anomalía en el sistema de seguridad de un columpio gigante detuvo inesperadamente el mecanismo de la atracción. Esto dejó a los visitantes suspendidos a 18 metros de altura durante aproximadamente dos horas.
En respuesta a la emergencia, el cuerpo de bomberos de Zaragoza se desplazó al lugar con una autoescala, equipados para ejecutar un rescate vertical a 20 metros de altura. Siguiendo un protocolo estrictamente delineado para estas eventualidades, los bomberos aseguraron a cada una de las personas implicadas con arneses y anclajes. Este equipamiento fue fundamental para garantizar que el traslado desde la atracción a la autoescala se realizara de manera segura y sin incidentes.
El descenso se llevó a cabo de individuo en individuo, siguiendo las normas establecidas para trabajos en altura. La experiencia y preparación previa de los bomberos resultó clave, puesto que durante los días anteriores a las fiestas del Pilar en Zaragoza, ya habían realizado simulacros de este tipo de rescates utilizando las autoescalas. Estos ejercicios de práctica permitieron que el personal estuviera adecuadamente preparado para enfrentar la situación real y minimizar los riesgos.
NAM/Infobae
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