Como ya se ha publicado, la Navidad es un ritual que comprende un sinfin de actividades con su orden cronológico el cual varía de acuerdo con cada creencia en cada familia, con las necesidades, las dificultades, las carencias y los estados de ánimo, pero, en condiciones normales, la Nochebuena es víspera de Navidad y se conecta en un mismo momento.
El 24 de diciembre por la mañana, las familias comienzan a preparar todo para la noche. Si falta algo que comprar, los encargados salen ‘esmollejados’ en procura de ese artículo que faltó y ello caotiza un poco el tránsito y los locales comerciales.
También es el momento de ofrecer alguna obra de caridad que eventualmente se hacen por la mañana como preambulo a la Nochebuena. Los que no podrán asistir al gran banquete familiar, visitan a sus allegados llevándoles un presente que por lo general es comida o juguete para los niños.
Emocionantemente estresante
Así avanza la mañana y la tarde en medio de un estrés emocionante. En casa, hay quienes comienzan a preparar el ambiente, le dan la respectiva limpieza y pulida a pisos, mesas, adornos, muebles, baños, habitaciones, porque la casa debe lucir impecable para recibir al Niño Dios.
Desde la mañana las familias ambientan su hogar con una musicalidad particular que está asociada con la festividad en cuestión. En el Zulia suena la gaita como nunca, género musical que también suena en el resto del país, porque está muy asociado a la Navidad.
Pero, además suenan los clásicos villancicos que hacen de Venezuela un país muy especial en estas fechas: Burrito Sabanero, Fuego al Cañón, Tarjeta de Navidad, Nació el Redentor, Noche de Paz, entre otros que están relacionados con la Natividad.
El banquete
Las tradiciones en cuanto a la vestimenta han cambiado un poco. Anteriormente, la gente se ‘emperifollaba’ más en Nochebuena y era el momento de lucir el estreno navideño. Con la aparición de la pijama navideña, ahora muchas familias lo que hacen es que se ‘empijaman’ no solo para tomarse fotos todos en torno al árbol usando la misma pijama como si se tratara de un equipo de béisbol, sino que con ella pasan toda la velada.
Otros no pueden sentarse a la mesa del banquete navideños ‘empijamados’ entonces sustituyen la pijama por una vestimenta elegante. La mesa está servida. En los hogares afortunados, el banquete es enorme. En torno a la mesa familiar hay platos de todo tipo: hallaca, pan de jamón, macarronada, ensalada, pernil y alguna otra receta que los cocineros de casa le agregan a la cena: pechuga rellena, pavo, pollo, muchacho en salsa criolla, etc…Eso acompañado del ponchecrema, el refresco y el respectivo aguardiente.
En torno a esa gran comida, la familia se sienta y ora a Dios agradeciendo por los alimentos, pidiendo por aquellos que no tienen qué comer, ofreciendo al Creador por los logros alcanzados y posteriormente comienza la comedera.
¿Y los regalos?
La tradición dice que la cena navideña debe ser a las 12.00 de la medianoche ya del 25 de diciembre. En algunos hogares la adelantan una hora, porque, a las 12.00 en un acto de solemnidad familiar colocan en el pesebre de casa al Niño Jesús nacido. Es un momento de mucha fe y de mucha espiritualidad, donde se brinda por el nacimiento del Rey y entonces luego se sientan a comer.
Los regalos, en muchos casos llegan después de la cena, en otros casos antes. El problema de dar los regalos antes, es que los niños después no se van a querer sentar a comer emocionados por jugar. Por lo general primero se cena y luego se destapan los regalos que dejó Santa o el Niño Jesús al pie del árbol de Navidad.
Purrulos, pero…
En oriente, el término ‘purrulos’ se asocia con llenura de haber comido hasta saciarse y así queda la familia tras la cena. Pero muchos amanecen, comienzan a tomarse sus traguitos al son de la música que se mezcla entre navideña y bailable. Algunos chamos salen y van a discotecas o se reúnen entre amigos, son los menos tradicionalistas con las fiestas decembrinas, lo celebran a su manera, pero lo celebran.
Llega el 25 el día de Navidad
Efectivamente, el 25 de diciembre es el día en que dice el catolicismo que nació Jesús, pasadas las 12.00 de la medianoche y por eso hay que entender muy bien que una cosa es Nochebuena y otra es Navidad y que la Nochebuena es víspera a la Navidad, es la preparación para el nacimiento que ocurre la madrugada del 25.
Los niños son los primeros en levantarse. Nunca lo quisieron hacer en todo el año y mucho menos cuando debían hacerlo para ir al colegio, pero el 25 de diciembre casi que ni duermen. Son los primeros en levantarse y caérles encima a papá, a mamá, a tío o a abuela y los invitan a jugar con sus regalos de Santa.
En algunas casas los niños destapan regalos es el 25 y no el 24, pero mayormente en Venezuela y en el Zulia es el mismo 24 o mejor dicho, el 25 en la madrugada cuando los niños gozan de abrir sus sorpresas.
La tradición indica que el día 25 es el día familiar. Toda la familia en pleno se reúne en torno a la casa de origen: la casa de la abuela, la casa de mamá o la casa que ha sido por tradición la casa familiar. Se prepara una sopa muy rica para amortiguar, porque el día es largo. Se calienta pues parte del banquete de Nochebuena y eso sabe hasta mejor recalentado que recién hecho.
Algo que tiene la comida navideña es que gusta más recalentada, cuando, generalmente a nadie le gusta comer recalentado, a excepción de la comida navideña, desde luego. Vuelve a sonar la música esta vez más comercial que temática.
Las familias van llegando de a poquito con su regalo en mano para el intercambio. Son las familias más grandes las que disfrutan de un intercambio de regalos cada 25 de diciembre que es una fiesta de reencuentro familiar. Algunos amigos se suman a la fiesta.
Una vez entregados los regalos, se sigue con la tertulia familiar al ritmo de la música y ya caída la tarde dando paso a la noche, comienzan a despedirse los miembros de la familia, principalmente aquellos que viven lejos de mamá o que deben trabajar temprano el día 26, quedando el núncleo de casa prácticamente solo. Cuando eso pasa, algunos se quedan a seguir festejando hasta más tarde o simplemente apagan todo y se van a descansar.
Así termina ese periplo tan protocolar, cronológico, emocionante, estresante, cansón, pero hermoso que ocurre entre el 24 y el 25 de diciembre al menos en las familias venezolanas.
NAM/Redacción
Recuerda seguirnos en nuestra NUEVA CUENTA INSTAGRAM , TIKTOK Y WHATSAPP