Han pasado nueve años desde que el presidente de la federación inglesa de fútbol, Greg Dyke, le fijó a la selección el audaz objetivo de ganar el Mundial 2022.
Si bien esa exigencia no luce tan extravagante como en el pasado, los problemas que Dyke dijo habían frenado a Inglaterra durante casi 50 años, desde su único título en 1966, siguen vigentes de cara al debut el lunes ante Irán por el Grupo B.
Que la Liga Premier esté inundada de talentos internacionales tiene como efecto adverso menos jugadores local a disposición del entrenador inglés Gareth Southgate.
En 2013, Dyke lo describió como una “tendencia aterradora” y advirtió que “el fútbol inglés necesita dar un giro”.
“El problema es serio, muy serio”, dijo en un discurso que ha demostrado ser correcto, sobre todo porque hasta ahora Inglaterra ha cumplido o superado sus objetivos a pesar de las preocupaciones actuales que aún no se han abordado por completo.
Los objetivos cumplidos incluyen las semifinales de la última Eurocopa, instancia en la que Inglaterra perdió ante Italia por penales.
En el último Mundial de Rusia, Southgate lideró a su equipo a las semifinales, adelantándose al calendario de Dyke.
Como parte de su plan de nueve años, Dyke también quiso que el progreso se viera reflejado a nivel juveniles. “Quisiera vernos hacerlo bien en el mundial Sub20 de 2017”, dijo el dirigente.
Inglaterra ganó el torneo y también el campeonato mundial Sub17.
Los objetivos de Dyke han sido inquietantemente precisos, y la trayectoria de Inglaterra en los últimos cuatro años apunta hacia un serio desafío en Catar. Pero Southgate cree que enfrenta los mismos problemas que sus predecesores.
Hace nueve años, Dyke alertó que solo el 32 % de los jugadores ingleses aparecían en la formación inicial de los equipos de la división de honor. El panorama que trazó
Southgate cuando anunció el plantel de 26 jugadores para el Mundial la semana pasada no fue más alentador.
“Todo el mundo dice que tenemos una enorme oportunidad, pero fuimos el 31% de la liga el año pasado”, remarcó el entrenador. “Como el equipo lo hizo bien, ha tapado que actualmente sólo tenemos cuatro porteros ingleses jugando en la Premier. Y laterales izquierdos no hay muchos jugando”.
Southgate identificó al mediocampo defensivo como un área en la que las academias inglesas necesitan enfocarse justo cuando tuvo que seleccionar a Kalvin Phillips, pese a que el futbolista del Manchester City tuvo sólo 40 minutos de acción desde una operación de hombro en septiembre.
Ningún jugador que estuvo en la final del Mundial Sub20 es parte del plantel inglés para Catar. Sólo Phil Foden y Conor Gallagher sobrevivieron del equipo campeón Sub17.
Aún así, se considera que el equipo de este año tiene talentos generacionales en gran forma, como Foden, Jude Bellingham y Jack Grealish en particular. Pero Inglaterra ingresa a esta Copa del Mundo con una idea de lo que podría haber sido.
Fuente: focoinformativo
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