En un mensaje publicado en su cuenta de X, Trump señaló que los objetivos, descritos como “extraordinariamente violentos” y de nacionalidad venezolana, se encontraban en aguas internacionales transportando “narcóticos ilegales” con destino a territorio estadounidense. Alertó que estos grupos representan “una amenaza para la seguridad nacional, la política exterior y los intereses vitales” del país, y lanzó una advertencia directa: “Si transporta drogas que pueden matar a estadounidenses, lo estamos cazando”
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este lunes que fuerzas militares estadounidenses llevaron a cabo un segundo ataque “cinético” contra presuntos cárteles del narcotráfico y “narcoterroristas” en el área de responsabilidad del Comando Sur (Southcom).
En un mensaje publicado en su cuenta de X, Trump señaló que los objetivos, descritos como “extraordinariamente violentos” y de nacionalidad venezolana, se encontraban en aguas internacionales transportando “narcóticos ilegales” con destino a territorio estadounidense. Según el mandatario, la operación dejó tres presuntos terroristas muertos y no causó bajas entre las tropas de EE. UU., informó El Nacional.
El gobernante advirtió que estos grupos representan “una amenaza para la seguridad nacional, la política exterior y los intereses vitales” del país, y lanzó una advertencia directa: “Si transporta drogas que pueden matar a estadounidenses, lo estamos cazando”. También calificó las drogas como “un arma mortal que envenena a los estadounidenses” y pidió frenar las “consecuencias devastadoras” que, afirmó, han afectado a comunidades de Estados Unidos durante décadas.
El anuncio se produce tras una acción similar divulgada a inicios de septiembre, cuando Washington reportó un ataque contra una embarcación en el sur del Caribe que, según autoridades estadounidenses, transportaba drogas y estaba vinculada al grupo venezolano Tren de Aragua. En esa ocasión, la Casa Blanca presentó la operación como parte de una campaña contra el narcotráfico y el “narcoterrorismo”.
El gobierno de Venezuela rechazó las acusaciones y cuestionó la versión estadounidense, denunciando que los materiales difundidos por Washington —incluido un video— podrían haber sido manipulados digitalmente.
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