Aldo Contreras, especialista en Finanzas, asegura que la reciente medida adoptada por el gobierno de Donald Trump se verá reflejada en el aumento de algunas mercancías. «Es probable que algunos productos venezolanos sean más caros allá, eso les hará vender un poco menos, pero a la economía venezolana no debería afectarla de forma importante», agregó el economista Manuel Sutherland
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, volvió a sacudir los mercados financieros el pasado jueves 31 de julio tras revelar una larga lista de aranceles que afectarán a decenas de países y amenazan con un fuerte impacto en el comercio global.
La medida, que entrarán en vigencia el próximo 7 de agosto, incluyen un impuesto mínimo del 10% a todos los productos que ingresen a EE.UU., mientras que la tasa mínima para las naciones con la que Estados Unidos mantiene una balanza comercial negativa quedó fijada en el 15 %.
En el caso de Venezuela, que ya enfrenta sanciones económicas, recibirá un arancel del 15 %, medida que podría dificultar aún más sus relaciones comerciales con EE. UU. y agravar su crisis económica interna.
El consumidor estadounidense, el más perjudicado
Aldo Contreras, especialista en Finanzas, asegura que la reciente medida adoptada por el gobierno de Donald Trump se verá reflejada en el aumento de algunas mercancías, aunque señala que este tipo de incremento en las exportaciones no tendrá un impacto significativo en la economía nacional.
Contreras explicó que los productos petroleros se mantienen como la principal fuente de exportación hacia los Estados Unidos, y agregó que existe una línea de artículos no petroleros que incluyen pescados, camarones y productos del mar, lo que asegura no representa una perspectiva interesante que afecte directamente a la población venezolana.
El consultor financiero detalló que con el 15 % de aranceles tal vez se disminuya la compra hacia el sector pesquero, situación que, explica, «afectará mucho más al consumidor norteamericano».
A diferencia de hace 20 años, Estados Unidos no es el principal socio comercial de Venezuela (…) Trump lo que busca es solucionar el déficit comercial de balances de pago que mantiene del 5 % con todos los países», indicó.
Competitividad de productos venezolanos
En este sentido, el economista Manuel Sutherland, Doctor en Economía y Desarrollo, resaltó que desde mayo de 2025, Estados Unidos exporta más de lo que importa desde Venezuela, por lo que asegura que el país sudamericano debió haber recibido un arancel del 10 %. Sin embargo, menciona que el incremento de un 5 % adicional podría estar relacionado con cuestiones políticas.
Asimismo, el director del Centro de Innovación y Formación Ocupacional (Cifo) indicó que a raíz de este incremento, productos como el ron, café, cacao y otros productos venezolanos que se comercializan en los Estados Unidos pueden tener menos competitividad en el mercado.
Es probable que algunos productos venezolanos sean más caros allá, eso les hará vender un poco menos, pero a la economía venezolana no debería afectarla de forma importante. Hay otros factores que afectarían un poco más el devenir económico, sobre todo lo relativo a la poca disposición de divisas», señaló.
Canales de negociación
El pasado 2 de abril, Trump, anunció por primera vez un arancel universal del 10% sobre todas las importaciones a Estados Unidos, además de tarifas aún más altas para 60 países, en un día que denominó como «Día de la Liberación».
Según la Casa Blanca, los aranceles servirían para «nivelar el terreno de juego» para los trabajadores y las empresas de Estados Unidos y traería «por primera vez en décadas» un «comercio justo» para el país.
A raíz de esa declaración, el economista, Francisco Rodríguez, docente de la Universidad de Denver, explicó a través de su cuenta en X que la decisión podría reflejar tanto divisiones internas en la política estadounidense como un cálculo estratégico hacia Venezuela.
El experto señala que el punto clave radica en que Venezuela fue incluida en la lista de aranceles, mientras que nueve países con sanciones severas, como Cuba, Bielorrusia, Corea del Norte y Rusia, fueron excluidos, situación que, a su juicio, podría ser una señal de que EE. UU. busca mantener abiertos canales de negociación en lugar de regresar a la política de “máxima presión”.
Que eso lleve a negociaciones concretas aún está por verse. Pero la estructura del anuncio sugiere que hay un debate activo sobre cómo EE.UU. se relaciona con Venezuela», explicó.
En esa línea, Gustavo González Velutini, presidente de la Asociación Venezolana de Exportadores, destacó en entrevista con Unión Radio que los aranceles impuestos por Estados Unidos podrían impulsar a Venezuela a mirar hacia sus vecinos regionales para fortalecer el comercio interno y reducir su dependencia de la cadena logística global.
Destacó que podría resultar en una mayor interdependencia entre países de la región, lo cual a largo plazo beneficiaría a Venezuela, pues el comercio interno en América Latina es relativamente bajo, comparado con otras regiones del mundo, como Asia o Europa.
Tendremos que voltearnos a nuestros vecinos y entonces empezar a hacer nuestra ronda de negocios a lo interno. Entonces no hay mal que por bien no venga», destacó
Un nuevo «límite» para la industria
Felipe Capozzolo, ahora presidente de la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela (Fedecámaras) aseguró durante una entrevista con la agencia de noticias EFE que la decisión de EE. UU. de imponer aranceles implican un «nuevo límite» para los productos locales que pretenden venderse en otros mercados internacionales.
El articulo publicado el pasado mes de abril, después del anuncio del primer paquete arancelario anunciado por Trump, el entonces vicepresidente del organismo empresarial explicó que en 2024 las exportaciones venezolanas hacia EE.UU. fueron de aproximadamente $220 millones, alrededor de $50 millones menos con respecto a 2023.
No obstante, precisó que, por ahora, no es «fácil» estimar las consecuencias que podría implicar esta decisión de la Casa Blanca para los venezolanos.
Podemos considerar que las exportaciones a EE.UU. pesan el 13% del total de las no petroleras. Por lo tanto, al ser ahora esos productos más vulnerables a la competencia de otros países, podrían experimentarse reducciones en las ventas, mermando su producción«, indicó.
La decisión de EE. UU. ha sido respaldada por argumentos de “emergencia nacional” relacionados con el déficit comercial y la necesidad de fortalecer la industria estadounidense frente a lo que el gobierno califica como condiciones injustas de intercambio.
A esta acción se suma un arancel del 25 % para terceros países que adquieran petróleo o gas venezolano, lo que apunta directamente a limitar los ingresos por exportaciones energéticas del gobierno de Nicolás Maduro.
Este nuevo esquema podría representar un obstáculo adicional para las ya limitadas relaciones comerciales entre Venezuela y EE. UU., y complica aún más el panorama para exportadores venezolanos que intentan colocar productos en el mercado norteamericano.
De acuerdo con una publicación realizada por CNN, la inflación se ha mantenido relativamente controlada durante las rondas arancelarias anteriores de Trump, pero eso podría cambiar a medida que se implementen tasas más altas. Empresas como Procter and Gamble y Walmart ya han dicho que se están produciendo aumentos de precios relacionados con los aranceles.
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