Los decesos se produjeron a consecuencia de un brote de COVID-19 en el convento de la Congregación Teresita del Niño, situado en el barrio Laureles, al centro occidente de Medellín, Colombia.
Autoridades informaron que 32 personas se contagiaron, pero se salvaron de caer en cama las que fueron vacunadas.
El alcalde de Medellín, Daniel Quintero Calles recalcó que “la vacuna funciona, eh aquí un ejemplo. De las 32 personas contagiadas, ninguna de las vacunadas sufrió complicaciones”
Agregó que solo siete religiosas estaban vacunadas, mientras que del personal de asistencia, seis funcionarios adquirieron el virus.
El burgomaestre explicó que “las víctimas fatales no estaban vacunadas, por no ser mayores de 80 años o porque no se quisieron vacunar”.
Reiteró que con este caso se evidencia que con tan solo aplicarse la primera dosis de la vacuna, los contagiados no van a camas de cuidados intensivos.
El alcalde de Medellín llamó a no bajar la guardia por estos días, debido a que en la última semana 100 personas ingresaron a UCI con edades entre 60 y 79 años de edad. La mayor cantidad de contagios se está presentando en las comunas: El Poblado, Laureles, La América y Belén.
NAM