Durante los días de invierno, los cristianos se preparan para una de las festividades más significativas de su religión: el Adviento. Esta temporada, que se caracteriza por la iluminación de velas, la reflexión y la expectación, se extiende aproximadamente durante cuatro semanas y permite a los creyentes prepararse para la Navidad, la celebración del nacimiento de Jesucristo.
En 2024, el Adviento comienza el domingo 1 de diciembre y culmina el martes 24 de diciembre. Las fechas varían cada año, pero su significado permanece constante: un tiempo sagrado de preparación espiritual.
Orígenes del Adviento
El término Adviento proviene del latín «adventus», que significa llegada. A medida que la iglesia cristiana se estableció en el siglo V d.C., también lo hicieron las tradiciones en torno al 25 de diciembre. Historiadores ubican las primeras celebraciones formales del Adviento en el norte de Italia, donde los feligreses se preparaban durante semanas para la Navidad a través de ayunos, oraciones y reflexiones sobre los valores cristianos.
Con el tiempo, esta preparación fue conocida como Adviento. En el siglo VI, los cristianos en Francia llevaban a cabo una «Cuaresma de San Martín» que incluía prácticas de ayuno antes de la Navidad. Hoy en día, el Adviento es considerado la primera estación del año litúrgico, un ciclo anual que abarca fiestas y lecturas bíblicas. Cada uno de los cuatro domingos del Adviento tiene un significado especial y está asociado con virtudes cristianas: amor, alegría, esperanza y caridad. Para los creyentes, este período multifacético es una oportunidad para preparar el corazón para el nacimiento de Cristo y anticipar su resurrección.
El Adviento se simboliza a menudo con una corona hecha de hojas perennes iluminada por velas. Esta tradición fue instaurada por Johann Wichern, un pastor luterano alemán en 1838, como una forma de contar los días hasta la Navidad. La moderna corona tiene cuatro velas: dos moradas y una rosa, representando respectivamente la preparación y la alegría. Cada domingo se enciende una vela más hasta que todas arden en el cuarto domingo. A veces, se incluye una quinta vela blanca en el centro, conocida como la vela de Cristo, que solo se enciende en Nochebuena.
El Adviento es más que un simple conteo regresivo hacia la Navidad; es un tiempo lleno de significado espiritual y comunitario que invita a todos los cristianos a reflexionar sobre su fe y prepararse para celebrar la llegada del Salvador.
NAM/ Yormary Becerra/ Pasante
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