Ya son 491 años de las apariciones de la “Morenita del Tepeyac” y desde la Basílica de México hasta muchos hogares venezolanos, su devoción se acrecienta con el pasar del tiempo, confirmando la trascendencia de su mensaje de amparo, auxilio y defensa
El acontecimiento de las apariciones de Nuestra Señora de Guadalupe al indígena Juan Diego a principios del mes de diciembre de 1531, marcó el inicio del proceso de conversión no sólo en el pueblo mexicano, sino en el resto de los países de América Latina que, con la impresión de su imagen milagrosa en la tilma del vidente, apoyaba el testimonio de que la Madre de Dios quería llevar al pueblo hacia el conocimiento de la fe en Cristo.
En el relato del Nicán Mopohua, escrito por don Antonio Valeriano en el siglo XVI, se presenta el encuentro de un hombre humilde con la Virgen María que, con una serie de signos, le manifiesta ser Madre de amor y compasión para con “todos los moradores de esta tierra y demás amadores míos que me invoquen y en mi confíen”, pidiéndole decir al obispo de la ciudad de México, su deseo de construirle un templo para dar a conocer a su hijo Jesús.
Durante la misión encomendada tuvo muchos obstáculos, pero nunca desistió, ella lo consolaba animándolo a perseverar, hasta que Juan Diego, al concretar una prueba de las apariciones coincidió con un acontecimiento de sufrimiento con su tío Juan Bernardino, que lo hizo querer esquivarse de ella, buscando un confesor que fuera a preparar al familiar a morir, sin embrago entre esto Santa María le salió al encuentro para hablarle al alma.
Nada te asuste, nada te aflija, tampoco se altere tu corazón, tu rostro; no temas esta enfermedad ni ninguna otra enfermedad o algo molesto, angustioso o doliente. ¿No estoy aquí yo, que soy tu Madre? ¿No estás bajo mi sombra y resguardo? ¿No soy yo la fuente de tu alegría? ¿No estás en el hueco de mi manto, en donde se cruzan mis brazos? ¿Tienes necesidad de alguna otra cosa?”, le dijo en su lengua nativa.
Para el presbítero Rafael López, párroco de San Martín de Porres, estas palabras se relacionan con el mensaje radical para cada creyente hoy, “quien confíe y que tenga a Jesucristo como Dios de su vida, como el liberador, no morirá”, así como se lo manifestó la Señora al indio.
El mensaje para todos los cristianos en esta fiesta, incluida en el tiempo de Adviento, que es tiempo de espera, tiempo de confianza, es esperar en el Señor para renovar este nacimiento de Jesús, sobre todo en nuestro corazón, un corazón humilde que es el pesebre donde Jesús nacerá”, aseveró.
Entre las actividades en honor a la Virgen de Guadalupe, la Basílica mexicana iniciará hoy la novena intercontinental por los próximos 500 años de las apariciones, mientras que en Maracaibo, el colegio que lleva su nombre en el sector Indio Mara, celebrará el día de la patrona con una misa y homenajes musicales por parte de los estudiantes y profesores.
Fuente: versionfinal
Tu opinión es importante para nosotros, déjanos tu comentario y síguenos en Instagram, Twitter, Facebook y YouTube recibe de inmediato los hechos noticiosos y análisis tal como están ocurriendo.