Bolivia, siendo el tercer productor mundial de cocaína, ha estado bajo la mira internacional. En agosto del año pasado, el ministro Del Castillo presentó un informe detallado sobre los sitios de producción de drogas en el país, donde apareció Villa Tunari en la provincia Chapare como el área principal de producción
La Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) ingresó a la conocida «zona roja» de la provincia del Chapare, en Cochabamba, después de 16 años sin operaciones en el área. El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, destacó la importancia de la operación que llevó al desmantelamiento de 25 laboratorios móviles utilizados para la fabricación de cocaína.
Según reseñó Infobae, la provincia del Chapare, ubicada en pleno centro de Bolivia, es reconocida como un feudo político vinculado al expresidente Evo Morales, y su economía ha estado históricamente centrada en el cultivo de coca. La incursión de la Fecln en este territorio marca un hito en los esfuerzos del país contra el narcotráfico.
Además de la destrucción de los laboratorios, el operativo resultó en el decomiso de 5.050 litros de cocaína líquida, equivalentes a más de 190,9 kilogramos de sustancia ilegal. Otros hallazgos incluyeron 96,11 kilogramos de cocaína base y 14,87 kilogramos más encontrados en diferentes contenedores inspeccionados por las autoridades.
Bolivia, siendo el tercer productor mundial de cocaína, ha estado bajo la mira internacional. En agosto del año pasado, el ministro Del Castillo presentó un informe detallado sobre los sitios de producción de drogas en el país, donde apareció Villa Tunari en la provincia Chapare como el área principal de producción.
Jaime Mamani, viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas, informó que en los primeros días de enero, se incautaron 100 kilos de droga y se detuvieron a 12 personas en ocho operativos diferentes.
Estas acciones tuvieron un impacto económico en el narcotráfico estimado en 267.200 dólares estadounidenses, y se sumaron a la confiscación de 2.000 kilos de hojas de coca registradas en tránsito ilícito.
Sin embargo, la reciente fuga de Sebastián Marset, considerado un «narco de talla mundial», resalta las vulnerabilidades que enfrenta Bolivia, similar a la situación en Ecuador, donde el narcotráfico ha cobrado poder significativo. La comunidad internacional observa de cerca las acciones del país en la lucha contra el crimen organizado y el tráfico de drogas.
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