El estudio parte de la premisa de que los recuerdos se organizan en un espacio conceptual multidimensional. Los resultados indican que podría funcionar de manera más eficiente
Un equipo de investigadores del Instituto Skoltech ha desarrollado un modelo matemático de la memoria que sugiere que el cerebro humano podría funcionar de manera más eficaz si dispusiera de siete sentidos en lugar de cinco. El trabajo, publicado en la revista Nature Scientific Reports, aporta una nueva perspectiva sobre el aprendizaje, la memoria y el desarrollo de sistemas de inteligencia artificial con mayor capacidad de procesamiento. El estudio se basa en la idea de que los recuerdos se organizan en un espacio conceptual multidimensional donde cada concepto o engrama se caracteriza por diferentes rasgos sensoriales. Según los cálculos realizados, la capacidad de almacenamiento del cerebro alcanza su punto máximo cuando opera en un sistema de siete dimensiones, lo que equivaldría a disponer de siete sentidos distintos para procesar la información.
El profesor Nikolay Brilliantov, del centro Skoltech AI y coautor del trabajo, explicó que este resultado se deriva de un análisis teórico del comportamiento de los engramas. “Parece que cuando cada concepto retenido en la memoria se caracteriza en función de siete características (en lugar de, por ejemplo, cinco u ocho), se maximiza el número de objetos distintos almacenados en la memoria”, afirmó el investigador.
Más allá de los cinco sentidos tradicionales
Los sentidos clásicos (vista, oído, gusto, olfato y tacto) podrían no ser suficientes para que el cerebro exprese todo su potencial. Este modelo plantea que añadir dos vías adicionales de percepción permitiría ampliar la comprensión del entorno y mejorar la retención de información. Los científicos especulan con la posibilidad de que, en el futuro, los humanos puedan desarrollar un sentido de radiación o de campo magnético, lo que abriría nuevas fronteras en la percepción sensorial.
Brilliantov subrayó que estos hallazgos también pueden tener una aplicación práctica. “Nuestros resultados podrían tener importancia para la robótica y la teoría de la inteligencia artificial”, señaló. Según el investigador, la incorporación de nuevos canales perceptivos permitiría a los sistemas artificiales procesar y almacenar datos de forma más eficiente, acercándose al funcionamiento de la mente humana.
Engramas, aprendizaje y olvido
El modelo se apoya en un enfoque consolidado en neurociencia, donde los engramas representan conjuntos de neuronas activadas simultáneamente que codifican un recuerdo. Estos engramas evolucionan con el tiempo, fortaleciendo o debilitando las conexiones en función de la frecuencia con la que se reactivan ante estímulos externos. De este modo, el modelo reproduce los procesos de aprendizaje y olvido del cerebro humano.
Durante el análisis matemático, los investigadores descubrieron que los engramas tienden a alcanzar un estado estacionario en el que la memoria logra una distribución equilibrada de conceptos. En ese punto, la capacidad de almacenar información es mayor cuando el espacio conceptual se organiza en siete dimensiones. Esta proporción se mantuvo constante en todas las simulaciones realizadas, lo que sugiere que el número siete es una propiedad intrínseca de la memoria.
elconfidencial
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