El hecho se produjo en la Línea 5 del metro, entre las estaciones Yeouinaru y Mapo, alrededor de las 8:45 de la mañana. El autor, identificado como Won, llevaba semanas planeando el ataque. Según informes de la fiscalía surcoreana, había almacenado gasolina en un contenedor plástico, ese día roció la gasolina dentro del vagón y sobre su propia ropa antes de encender fuego, cabe resaltar que el vagón iba repleto de pasajeros.
Las imágenes captadas por cámaras de seguridad del metro, muestran el momento en que el vagón se llena de humo, provocando escenas de pánico y desesperación. La rápida acción de los pasajeros, junto al sistema de seguridad del tren, permitió que el incendio fuera controlado sin pérdidas humanas.
El responsable fue detenido en el lugar y enfrenta cargos por intento de asesinato, incendio agravado en transporte público y violaciones a la Ley de Seguridad Ferroviaria. Según su testimonio, el incendio fue un intento desesperado por llamar la atención tras perder la disputa legal por manutención en su divorcio.
Luego de lo ocurrido el metro de Seúl suspendió temporalmente el servicio en esa línea para reparar los daños, estimados en más de 300 millones de won (aproximadamente 240.000 dólares). Mientras tanto, se investiga si el agresor padecía algún trastorno mental, aunque informes iniciales indican que estaba plenamente consciente de sus actos.
NAM/AGENCIAS
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