Pese a ser uno de los países más seguros del continente, el repunte de la inseguridad en los últimos años propulsó a la extrema derecha, que prometió deportaciones a gran escala y mano dura contra la delincuencia.
La comunista Jeannette Jara y el ultraderechista José Antonio Kast lideraban este domingo el conteo de votos de las elecciones generales de Chile y se enfrentarán en una segunda vuelta electoral el próximo 14 de diciembre.
Jara, de la coalición oficialista, lideraba la votación con 26.58%, según el conteo preliminar. Pero ese respaldo es insuficiente para asegurarle una victoria inmediata —para la que se necesitan el 50% del total de los sufragios válidos
Kast, candidato por el Partido Republicano, se ubicaba en segundo lugar con 24.32% de apoyo, tras una campaña marcada por la alta polarización y la preocupación de los chilenos por la delincuencia y la inmigración irregular.
Durante la campaña Jara, exministra del Trabajo de la actual administración, se jactó de sus logros al frente de la cartera y abogó por el diálogo y la unidad, aunque declaró que tomará medidas “contundentes” para fortalecer la seguridad pública, combatir el narcotráfico y controlar la migración.
“No tengo ningún complejo en materia de seguridad. (…) Vengo de una población (barrio pobre) y sé el daño que hace la droga”, dijo en declaraciones a The Associated Press.
Kast, en tanto, apostó por dejar a un lado los controvertidos temas que no le permitieron alcanzar el sillón presidencial hace cuatro años —como el aborto, el matrimonio igualitario o su admiración por la dictadura militar de Augusto Pinochet— para centrarse en un “gobierno de emergencia” y con mano dura contra el crimen organizado y la inmigración irregular.
Más de 15.7 millones de chilenos fueron convocados el domingo a las urnas para elegir a su nuevo gobernante para los próximos cuatro años, así como para renovar la Cámara de Diputados y elegir parte del Senado.
De la izquierda a la extrema derecha
Ocho candidatos aspiraron al sillón presidencial, con la disputa centrada entre la permanencia del oficialismo, encabezado por Jara, y un giro ideológico plasmado en la candidatura de Kast, uno de los principales referentes de la extrema derecha latinoamericana y quien aspira por tercera vez a La Moneda.
Mientras Jara confió en sumar votos de la mano de sus logros como exministra del Trabajo del saliente gobierno —desde donde impulsó medidas como la reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales, la implementación de una ley contra el acoso laboral y la reforma de las pensiones — Kast prometió un “gobierno de emergencia” para devolver al país “el orden, la libertad y el respeto por las instituciones”.
Los otros candidatos de la derecha fueron la economista Evelyn Matthei y el libertario Johannes Kaiser, quien ganó aliento con un discurso que promete medidas “drásticas” contra la delincuencia y la inmigración irregular.
Kaiser acudió a votar en un colegio del barrio Providencia, donde fue saludado por simpatizantes al grito de “viva Chile”. En diálogo con la prensa aseguró que apoyará a cualquier candidato de oposición que avance a segunda vuelta. “Mi respaldo va a ser irrestricto a quien sea que compita con la candidata del gobierno”.
Igualmente emitió su voto en horas de la mañana Matthei, quien expresó confiar que pasará a segunda vuelta. “Siempre he estado convencida”.
“Hay una parte importante del electorado que está desideologizado. No le cree ni a la izquierda ni a la derecha pero quiere respuestas”, dijo a la agencia AP el analista político Guillermo Holzmann. «Y ese electorado es el que no se refleja en las encuestas».
Los temas centrales de estos comicidios: seguridad, migración y economía
Pese a las diferencias ideológicas, los proyectos de los principales contendientes tienen similitudes respecto de los tres ejes centrales que han dominado la campaña: seguridad, migración y economía.
Los homicidios en Chile aumentaron un 140% en la última década, para pasar de una tasa de 2.5 a 6 por cada 100,000 habitantes, según el gobierno. El año pasado, la fiscalía reportó 868 secuestros, un 76% más con respecto a 2021.
Si bien son estándares bajos incluso a nivel mundial, el problema es «la llegada del crimen organizado y delitos desconocidos hasta ahora en nuestro país, como el sicariato», sostiene Gonzalo Müller, director del Centro de Políticas Públicas.
Todos los candidatos prometieron medidas contundentes para frenar el aumento de la delincuencia, que incluyen la modernización de los aparatos policiales y el endurecimiento de las leyes contra el crimen organizado, así como controlar el flujo migratorio en Chile, donde se calcula que hay unos 330,000 extranjeros sin papeles.
Fiel a su estilo de mano dura, Kast advirtió que expulsará a todos los que estén en situación irregular en el país, de unos 18 millones de habitantes, e instó a que “salgan de Chile hoy”.
«Lo advertimos con tiempo para que nadie se sorprenda después del 11 de marzo de que vamos a tener que tomar medidas drásticas”, dijo en un masivo acto en la antesala de la votación.
En tanto, Jara no ha mencionado las deportaciones a gran escala, pero su programa apunta al fortalecimiento del control fronterizo y propone a su vez la creación de un registro de extranjeros.
En materia económica, los candidatos prometen impulsar una economía que nunca logró recuperarse del todo de la pandemia de coronavirus, con un exiguo crecimiento de 0.2% en 2023 y 2.6% el año pasado.
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