Desde su irrupción estelar a finales de 2022, OpenAI, con ChatGPT a la cabeza, se había posicionado como el líder indiscutible del sector de la inteligencia artificial. Sin embargo, una serie de movimientos estratégicos recientes sugiere que este dominio monolítico enfrenta su mayor desafío, sentando las bases para una nueva y feroz fase de competencia.
El 18 de noviembre marcó un punto de inflexión en el sector de la IA. Un cambio importante reveló la vulnerabilidad de OpenAI: Microsoft y Nvidia, dos de sus principales socios, redirigieron capital y apoyo a Anthropic, un competidor clave que hasta entonces había sido financiado por Amazon y Google. Al mismo tiempo, Google lanzó un desafío significativo con la presentación de su nuevo modelo, Gemini 3.
El Acuerdo Millonario con Anthropic Genera Inquietud
El acuerdo con Anthropic se inscribe en la actual tendencia de gran inversión en IA. Microsoft y Nvidia se comprometieron a invertir un total de 15.000 millones de dólares en Anthropic. A cambio, Anthropic acordó gastar 30.000 millones de dólares en la plataforma en la nube Azure de Microsoft, utilizando chips de IA de Nvidia.
Si bien este tipo de inversión solía entusiasmar a los mercados con OpenAI en el centro, la reacción actual ha sido de incertidumbre: las acciones de Microsoft cayeron un 2,7% tras el anuncio. Esta inquietud refleja el temor a que los prestatarios con poca solvencia crediticia se endeuden en exceso para financiar la construcción de nuevos centros de datos de IA, lo que podría desestabilizar el sector, según información de The Economist.
La gran inversión previa de OpenAI, que ha alcanzado los 1,4 billones de dólares, ha encendido las alarmas financieras, y el nuevo acuerdo con Anthropic, valorado en aproximadamente 350.000 millones de dólares (cerca de la valoración de OpenAI de 500.000 millones de dólares), parece un intento de reequilibrar el sector y diversificar riesgos por parte de los inversores.
Google Reduce la Distancia con Ventaja de Costos
La presión sobre OpenAI no proviene solo de laboratorios de IA rivales respaldados por sus propios inversores. El mismo 18 de noviembre, Google presentó su último modelo, Gemini 3, que promete una mejora importante en las funciones de IA en su plataforma de búsqueda, así como en programación y otras herramientas clave.
Aunque Gemini tiene 650 millones de usuarios mensuales, por debajo de los 800 millones de usuarios semanales que reporta OpenAI para ChatGPT, tiene una ventaja de costos crucial: se entrena utilizando chips desarrollados por la propia Google, en lugar de depender de los costosos chips de Nvidia. Este factor fue clave para que las acciones de Alphabet (matriz de Google) alcanzaran máximos históricos el 19 de noviembre, impulsadas por la creencia de que la empresa está reduciendo rápidamente la distancia con OpenAI y redefiniendo el panorama competitivo de la inteligencia artificial global.
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