La cera de oído tiene una función protectora natural y debe retirarse solo de la parte externa del oído. Si experimentas exceso de cera o pérdida de audición, lo más recomendable es acudir a un especialista para una limpieza adecuada
Limpiarte los oídos con hisopos puede ser más peligroso de lo que imaginas. Aunque muchas personas recurren a esta práctica para eliminar la cera, lo cierto es que el uso de los hisopos puede generar más problemas que soluciones.
En lugar de eliminar la cera, estos instrumentos tienden a empujarla más hacia adentro del canal auditivo, lo que aumenta el riesgo de tapones de cera, infecciones, irritaciones y, en casos graves, daños al tímpano.
Es importante recordar que la cera de oído cumple una función protectora natural al evitar que bacterias y otros elementos ajenos lleguen al oído interno. Esta cera no debe eliminarse completamente, sino solo limpiarse de la parte externa del oído, donde no causa problemas.
En caso de tener exceso de cera, pérdida de audición o molestias en los oídos, lo más adecuado es acudir a un médico otorrinolaringólogo para una evaluación y limpieza profesional. Este tipo de intervención asegurará que la salud auditiva no se vea comprometida y que no haya riesgos de daño a largo plazo.
Recuerda, tus oídos son delicados y requieren cuidados adecuados.
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