La gran final de la UEFA Champions League 2024/25 ya está servida. Este sábado 31 de mayo, el Allianz Arena de Múnich será el escenario donde Paris Saint-Germain e Inter de Milán se enfrenten por el título más codiciado del fútbol europeo.
Ambos equipos han superado eliminatorias exigentes para llegar a esta instancia y afrontan el choque decisivo con casi todas sus figuras disponibles, aunque persisten algunas dudas por problemas físicos de último momento.
En el lado parisino, el técnico Luis Enrique podrá contar con la mayoría de su plantilla. La única incógnita notable es Presnel Kimpembe, quien ha tenido una temporada marcada por las lesiones. El central francés sufrió una molestia en el pie a principios de mayo, y aunque inicialmente se estimaba su recuperación en dos semanas, su participación en la final sigue en evaluación.
El PSG llega con un once consolidado. Gianluigi Donnarumma defenderá el arco, acompañado por una defensa que incluye a Achraf Hakimi, Marquinhos, Lucas Hernández y Nuno Mendes. En el mediocampo, Vitinha llevará la batuta, con el respaldo físico de Fabián Ruiz y la juventud de Zaïre-Emery. En ataque, el equipo parisino confía en el desequilibrio de Ousmane Dembélé, la calidad de Khvicha Kvaratskhelia y la potencia de Gonçalo Ramos.
Por su parte, el Inter de Milán, dirigido por Simone Inzaghi, no presenta sancionados, pero sí algunas preocupaciones físicas. Yann Aurel Bisseck es duda tras resentirse en el último encuentro de Serie A. A él se suman Piotr Zielinski, con molestias en el gemelo, y Benjamin Pavard, quien arrastra dolencias menores. Ambos serán evaluados en las últimas sesiones antes del partido.
El equipo italiano mantiene su clásico esquema 3-5-2, con Yann Sommer en la portería, Alessandro Bastoni como líder defensivo, De Vrij, Pavard o Darmian y un medio campo fuerte con Dumfries, Çalhanoğlu, Mkhitaryan, Dimarco y Nicolò Barella. La ofensiva estará a cargo de Lautaro Martínez, goleador del campeonato italiano, acompañado por Marcus Thuram, quien ha crecido como su complemento ideal.
Todo apunta a un duelo equilibrado, en el que se enfrentan dos estilos muy distintos: la propuesta de posesión y desborde del PSG ante la solidez táctica y pegada del Inter. Múnich se alista para recibir una final que promete ser memorable.
NAM/Meridiano
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